La fibromialgia se caracteriza por el dolor crónico generalizado. En España, alrededor del 2,4% de los mayores de 20 años padece esta enfermedad, que afecta a más mujeres que hombres.
Es muy difícil detectar esta enfermedad, aunque gracias al avance de la ciencia, se están empezando a identificar más rápidamente. Se suele manifestar a través del colon irritable, vejiga hiperactiva, alteraciones del sueño, bruxismo, entre otros, e hipersensibilidad al dolor, lo que hace que se más difícil de detectar. A día de hoy sabemos que también puede estar relacionada consíntomas oculares, como sensación de cuerpo extraño o irritación, alteraciones visuales, como la visión borrosa, el síndrome de ojo seco y cambios en la sensibilidad corneal.
Para demostrar esta relación, se han empezado a hacer pruebas a 60 pacientes (40 con fibromialgia y 20 de grupo de control), a los que se les someterá a un análisis de las fibras nerviosas finas de la córnea con microscopia confocal, una técnica no invasiva.
El 80% de los pacientes presentaba alteraciones en las fibras de la córnea
Las muestras permitirán estudiar y analizar los biomarcadores genéticos, y así determinar si la mutación que desencadena la fibromialgia es la misma que causa las alteraciones de la córnea del ojo seco.
Los médicos observaron a los pacientes afectados y se dieron cuenta que más de la mitad tenía problemas oculares. En concreto, el 67% de los pacientes con fibromialgia tenían síntomas de ojo seco, que provoca hipersensibilidad en las fibras nerviosas de la córnea. Esto sucede porque la enfermedad afecta al sistema nervioso central y ataca a las fibras nerviosas de la córnea. Lo síntomas más comunes son sensación de arenilla o incluso dolor tipo pinchazos en los ojos al parpadear.
Los primeros resultados estarán listos a finales de año y de momento estiman que el 80%de los pacientes presentaba alteraciones en las fibras de la córnea, en el 40% eran graves, el 50% moderadas y en el 10% leves.
Los datos se presentaron en el XLVII Congreso Nacional de Reumatología, aunque los experto han matizado que aún no han podido establecer una correlación sólida, pero esperan conseguirlo cuando terminen el estudio. Con esta investigación se podrán poner en marcha tratamientos más concretos al mismo tiempo que mejoraría el diagnóstico.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.