Un grupo de científicos del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona ha descubierto que la fusión de las células de la retina con células madre adultas podría ayudar a tratar el daño retinario y la discapacidad visual.
El estudio, liderado por la a Profesora de Investigación ICREA Pia Cosma, se ha publicado en la revista eBioMedicine, donde explican cómo estas células híbridas "despiertan" la capacidad regenerativa del tejido de la retina, algo que hasta ahora se pensaba que solo podían hacer los vertebrados de sangre fría.
Este fenómeno de fusión celular que se lleva a cabo combinando dos células diferentes en una sola, que favorecen la regeneración de tejidos, es algo inusual en humanos, y hasta ahora solo se había detectado en el hígado, el cerebro y el tracto gastrointestinal. Y ahora también en la retina.
Para demostrar este fenómeno, el equipo fusionó la glía de Müller, que son células que desempeñan un papel secundario pero importante en el mantenimiento de la estructura y función de la retina, con las células madres adultas procedentes del tejido adiposo humano o de la médula ósea.
“Pudimos realizar la fusión celular in vitro, creando células híbridas. Es importante destacar que el proceso de hibridación fue más eficiente en presencia de una señal química, normalmente transmitida desde la retina en respuesta al daño, lo que resultó en un aumento del doble de las tasas de hibridación. Esto es una pista importante sobre el papel de la fusión celular en la retina”, afirma Sergi Bonilla, investigador postdoctoral del CRG y primer autor del estudio.
Aún queda mucho para desarrollar un tratamiento potencial
Estas células se inyectaron en un modelo que imita la función de la retina humana, y los científicos comprobaron como las células híbridas se injertaron sin problemas en el tejido: "Nuestros hallazgos son importantes porque muestran que la glía de Müller en la retina humana tiene el potencial de regenerar neuronas”, asegura Pia Cosma.
“Las salamandras y los peces pueden reparar los daños causados en la retina gracias a la glía de Müller, ya que se diferencian en neuronas que rescatan o reemplazan las neuronas dañadas. La glía de Müller de mamíferos han perdido esta capacidad regenerativa, lo que significa que el daño o la degradación de la retina puede provocar una discapacidad visual de por vida. Nuestros hallazgos nos acercan un paso más a la recuperación de esta capacidad”, comentaba Cosma.
Los autores creen que la retina puede tener un mecanismo que regula la segregación cromosómica similar al hígado, que contiene células tetrapoloides que actúan como reservorio genético, experimentando mitosis en respuesta al estrés y las lesiones.
A pesar de los descubrimientos los autores son cautos, y aseguran que aún queda mucho por hacer antes de desarrollar un tratamiento potencial.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.