Descubren los marcadores cerebrales que pueden ayudar a medir de forma objetiva el dolor crónico

Descubren cómo calmar a las neuronas transmisoras del dolor crónico

El dolor crónico es, como su propio nombre indica, el que persiste durante más de tres meses, y se repite con intermitencia a lo largo de los meses o incluso años. El ‘Barómetro del dolor crónico en España 2022’ estima que el 25,9% de la población sufre dolor crónico, y asegura que un 27,1 % desconoce la causa de su enfermedad.

Actualmente, para medir la intensidad de dicho dolor se utiliza una escala de intensidad del 0 al 10, siendo este último el dolor más insoportable: "La gravedad del dolor a menudo se mide a través de informes subjetivos, mientras que faltan biomarcadores objetivos que puedan guiar el diagnóstico y el tratamiento. Además, aún no está claro qué actividad cerebral subyace al dolor crónico en escalas de tiempo clínicamente relevantes, o cómo se relaciona esto con el dolor agudo", explican en el artículo publicado en Nature Neuroscience.

Lo que ellos han descubierto es que hay una serie de señales cerebrales que son capaces de revelar cuánto dolor está experimentando esa persona. Esto podría cambiar completamente la manera en la que hasta ahora se ha entendido este dolor, y por ende, los tratamientos.

Para descifrar esta incógnita, el equipo reunió a cuatro personas con dolor crónico intratable después de un accidente cerebrovascular o la pérdida de una extremidad y les implantaron electrodos en dos partes del cerebro: la corteza orbitofrontal y la corteza cingulada anterior.

Un algoritmo podría predecir el dolor 

Tras la operación, y durante varias veces a lo largo del día, los pacientes tuvieron que rellenar una serie de encuestas sobre el dolor que estaban sintiendo y su intensidad, y posteriormente registraban cómo era su actividad cerebral en dicho momento: "Los participantes informaron métricas de dolor coincidentes con registros neurales directos ambulatorios obtenidos varias veces al día durante meses. Predijimos con éxito las puntuaciones de gravedad del dolor crónico intraindividual a partir de la actividad neuronal con alta sensibilidad utilizando métodos de aprendizaje automático".

En otras palabras, los científicos fueron capaces de enseñar al algoritmo a predecir el dolor basándose en las señales eléctricas que reciben de la corteza orbitofrontal, lugar donde se implantó el dispositivo. Gracias a un botón en control remoto podían conseguir las instantáneas de la actividad cerebral en dicho momento.

"La decodificación del dolor crónico se basó en cambios de potencia sostenidos de la corteza orbitofrontal, que tendían a diferir de los patrones transitorios de actividad asociados con estados de dolor agudo evocados durante una tarea", explican.

En otras palabras, el algoritmo desarrollado por el equipo podría ayudar a medir el dolor crónico por primera vez de manera objetiva. Pero no solo eso, también se han dado cuenta de que este tipo de dolor es muy diferente al que sentimos cuando tenemos, por ejemplo, un traumatismo puntual, lo que explicaría por qué los analgésicos para el dolor no son tan efectivos en los pacientes con dolor crónico, pero sí para el segundo grupo. 

El equipo está convencido de que este descubrimiento podría ayudar a solucionar el problema de atención médica al dolor crónico debido a la falta de sistemas que midan de manera objetiva el malestar de los pacientes: "La esperanza es que, a medida que lo comprendamos mejor podamos usar la información para desarrollar terapias personalizadas de estimulación cerebral para las formas más severas de dolor", concluyen.