Al principio de la pandemia, aproximadamente entre el 40% y el 50% de las personas con COVID-19 experimentaron alteraciones del olfato o del gusto, según la OMS. Ahora, nuevos ensayos clínicos publicados en la revista 'Nature' sugieren que una pastilla antiviral acorta la duración de dos síntomas desagradables de la COVID-19: la pérdida del olfato y del gusto. El medicamento en cuestión, Ensitrelvir, se encuentra entre los primeros en aliviar estos efectos y, a diferencia de otros tratamientos contra la COVID-19, no está reservado únicamente para personas con alto riesgo de sufrir una enfermedad grave.
En Japón, donde recibió aprobación de emergencia el año pasado, el medicamento está disponible para personas con síntomas leves a moderados, independientemente de sus factores de riesgo. Esto lo diferencia de otros como el molnupiravir, que acelera la recuperación de estos sentidos, pero generalmente sólo las personas más vulnerables pueden tomarlo, según aclara la publicación. Su desarrollador, Shionogi en Osaka, Japón, continúa realizando ensayos clínicos del fármaco, que aún no ha sido aprobado fuera de Japón.
Efectos tras 3 días de tratamiento
En uno de esos ensayos, las personas con síntomas leves o moderados de COVID-19 recibieron 125 o 250 miligramos de ensitrelvir o un placebo. Al inicio del estudio, el 20% de los participantes informaron algún nivel de pérdida del olfato o del gusto. Después del tercer día de tratamiento, la proporción de participantes que informaron tales síntomas en los grupos de ensitrelvir comenzó a disminuir más drásticamente que la proporción en el grupo de placebo. Al séptimo día, el porcentaje de participantes con pérdida del olfato o del gusto fue un 39% menor en el grupo que tomó pastillas de 250 miligramos que en el grupo de placebo. Tres semanas después de que comenzó el tratamiento, todos los grupos informaron puntuaciones de síntomas similares.
Los hallazgos se presentaron el 12 de octubre en IDWeek, una reunión de epidemiólogos y especialistas en enfermedades infecciosas celebrada en Boston, Massachusetts. "La mayoría de las personas eventualmente se recuperan por sí solas, pero sabemos que algunas personas han tenido problemas a largo plazo con el olfato y el gusto", dice Yohei Doi, investigador de enfermedades infecciosas de la Universidad de Salud Fujita en Toyoake, Japón, y uno de los investigadores del estudio.
Un problema característico de las primeras etapas de la pandemia
Los problemas del olfato y del gusto son menos frecuentes ahora que en las primeras etapas de la pandemia. "Cuando las variantes de ómicron se volvieron dominantes, la pérdida del gusto y el olfato comenzó a ser cada vez menos común", dice Amesh Adalja, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud en Baltimore, Maryland. "Pero todavía ocurre y es un síntoma angustioso".
A principios de este año, Shionogi informó que el ensitrelvir acorta los síntomas de la COVID-19 en aproximadamente un día, un rasgo destacado, dice Adalja. "Lo que estamos tratando de hacer no es sólo minimizar las enfermedades graves, las hospitalizaciones y las muertes, sino también minimizar la interrupción que una infección tiene en las actividades de las personas".
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.