Alejandro Sanz alertaba a sus seguidores con un preocupante mensaje publicado el pasado 27 de mayo en su perfil de Twitter, en el que explicaba que no estaba bien, que se encontraba "triste y cansado" y que "a veces no quiero ni estar". Pocos días después, y tras recibir una gran cantidad de mensajes de cariño en respuesta, las alarmas han vuelto a saltar en torno a la figura del cantante tras conocerse las deudas a las que parecer tener que hacer frente.
"No estoy bien. No sé si esto sirve de algo, pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado. Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano. Estoy trabajando para que se me pase… llegaré a los escenarios y algo dentro me dirá que hacer", explicaba de madrugada el cantante en sus redes sociales hace unos días.
Admitía a su vez que "a veces no quiero ni estar. Literalmente. Solo por ser sincero. Por no entrar al ruido inútil. Sé que hay gente que se siente así. Si te sirve, yo me siento igual".
Los mensajes de cariño no se hicieron esperar, tal y como aseguró él mismo en un nuevo mensaje en la misma red social, agradeciendo el apoyo que le había llegado por diferentes vías. "He tenido un brote fuerte este fin de semana y aunque aún no termina de llegar la luz, parece que se ha despertado una luciérnaga en mi pecho. No quiero suspender la gira porque creo que con la ayuda correcta y un poco de comprensión y apoyo en los shows, lo vamos a sacar adelante. Además, creo que encerrarme no es buena idea. Gracias por el calorcito. Vamos a por el día de mañana. El sol está de camino", escribía.
Sin embargo, la noticia de que Alejandro Sanz podría haber sido estafado por un amigo íntimo, lo que lo obligó a vender su mansión en Miami y su finca de Madrid para poder hacer frente a las deudas, según informaba el periodista Antonio Belachi en el programa Espejo Público, de Antena 3, ha vuelto a poner el foco en su figura.
"Esta noticia ya se conocía desde hacía años, cuando él tuvo que vender su casa a raíz de una sentencia que todavía está en marcha”, explicó. En concreto, la deuda que al parecer tendría que hacer frente el cantante, junto a otra compañía, ascendería a los 7,3 millones de dólares (unos 6,8 millones de euros).
Todo se remonta a 2016, cuando el cantante rompió su relación con la representante Rosa Lagarrigue, quien lo llevó a los tribunales. El resultado fue que tuvo que pagarle alrededor de 5 millones de euros. El otro golpe vino con Juan Gervás, anterior administrador de las empresas del cantante desde 2016, a quien Alejandro Sanz despidió en 2020 tras conocer que había un agujero de 15 millones de euros en las cuentas de sus empresas, según han recogido diferentes medios. Hacienda le reclamaría una parte, mientras que tendría una deuda en Miami de 7 millones de euros que no habría pagado, explicaba el programa.
Tras un juicio, Gervás fue condenado a pagarle 1,6 millones de euros. Pero el cantante, después de convertirse en administrador de sus empresas, se vio obligado posteriormente a vender algunas de sus propiedades (su casa en Miami, dos casas en Madrid y dos garages) para solventar los problemas de liquidez de sus empresas.
A pesar de todo, aseguraban que, teniendo en cuenta los movimientos de sus empresas y los pagos a los que tendría que hacer frente, el cantante no estaría arruinado.