El novedoso sistema ISA (Intelligent Speed Adaptation) tiene como objetivo controlar la velocidad, uno de los principales factores de los accidentes de tráfico, marcando la velocidad adecuada a la que debemos circular en cada momento.
En este sentido, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha querido recordar la obligatoriedad de este sistema en los nuevos vehículos a través de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
Así, informaban de que los vehículos nuevos homologados en Europa a partir de 2022 deberán llevar el asistente inteligente de velocidad ISA, que "advierte al conductor cuando este supera los límites legales de velocidad", así como para los vehículos nuevos vendidos a partir de 2024.
Cómo funciona el ISA
El asistente ISA adapta la velocidad máxima del coche a las limitaciones establecidas en las señales de cada tramo, según indica la DGT. Además, si es necesario, el asistente limita automáticamente la velocidad del vehículo a la establecida.
Este sistema está compuesto por una cámara interior, que se coloca por lo general detrás del retrovisor, que, en sintonía con el GPS, va leyendo las señales. De esta forma, si se alcanza el límite de la vía, el ISA emite una señal óptica, háptica y/o audible, no permitiendo superar el límite detectado, actuando sobre el funcionamiento del motor o el acelerador gracias al software instalado.
Sin embargo, especifican que "el conductor podría desconectar el ISA mediante una tecla o al pisar el acelerador con más fuerzas".