Día Internacional de la Beneficencia: Los mayores de 65 años, los más solidarios

Coincidiendo con con el aniversario de la muerte, en 1997, de la Madre Teresa de Calcuta, el 5 de septiembre se celebra cada año el Día Internacional de la Beneficencia y una reciente encuesta demuestra que, en España, los mayores son los más solidarios.

Esta celebración fue instaurada en el año 2013 por la ONU​ consciente de que en términos de desarrollo, los gobiernos no pueden actuar solos y que el voluntariado y la filantropía cívicas desempeñan un papel importante para:

• Aumentar la concienciación acerca de la dificultad de los desafíos, e impulsar una acción colectiva en temas mundiales.
• Incrementar la confianza entre los diversos grupos y construir el llamado capital social.
• Eliminar las barreras sociales y culturales y crear cohesión.
• Desarrollar la resiliencia a través de la acción comunitaria, y mejorar el sentido de responsabilidad grupal.

Miguel Fernández, Director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) nos dice con respecto a este Día Internacional de la Beneficencia: "Es nuestra labor del día a día que, con ayuda de la sociedad, FESBAL y sus 54 Bancos de Alimentos asociados podemos ayudar con productos de primera necesidad a las personas que más lo necesitan. Desde FESBAL estamos comprometidos en promocionar la labor, la imagen y la figura de los Bancos de Alimentos asociados en su lucha contra el hambre, la pobreza y el desperdicio de alimentos mediante su aprovechamiento y reparto a las personas más desfavorecidas".

"Para nosotros cualquier Día Internacional de estas características es importante, pero en realidad nosotros trabajamos 365 días al año, sin vacaciones, porque el hambre no se va de vacaciones. Está muy bien que se celebren este tipo de días porque ayudan y mucho a concienciar a la ciudadanía sobre el problema de la pobreza y de las necesidades que hay", nos cuenta desde la Fundación Banco de Alimentos Madrid su portavoz y Directora del Gabinete de Comunicación, Elena Doria.

En la misma línea, Corina Mora, portavoz y responsable de comunicación de Solidarios para el Desarrollo nos dice que "para nosotros esta fecha es importante porque es un recordatorio para toda la sociedad sobre este tema aunque los días de lucha contra la pobreza y de solidaridad tiene que ser todos los del año, debe ser algo cotidiano. Sin que esto signifique que no sea importante que haya momentos en el calendario en los que se pone el punto de mira sobre la solidaridad, la ayuda y la generosidad contra la pobreza y la necesidad".

Solidaridad mundial para acabar con la pobreza

Desde Fesbal apuntan: "Estamos de acuerdo en hacer coincidir esta fecha con el aniversario de la Madre Teresa, es un gran legado que otras personas han elegido para ayudar a los más desfavorecidos y colaborar con diversas entidades benéficas, entre ellas los Bancos de Alimentos para poder seguir atendiendo a las personas que más lo necesitan".

Parece como si eligiendo para este Día Internacional el del aniversario de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, la ONU quisiera recordarnos también que la pobreza no tiene fronteras y es que "ciertamente no las tiene", asegura Corina Mora antes de explicar que "lamentablemente, cada vez podemos hablar de norte y sur como de un todo global. Desgraciadamente todos los países tienen su sur y su norte, una parte de su población cada vez más enriquecida y una desigualdad que no deja de crecer en todas las latitudes. Generamos unas sociedades en las que la desigualdad económica cada vez es mayor".

"Estamos en un mundo, en una sociedad en la que cada vez más, en las propias ciudades, hay una mayor concentración de riqueza en menos manos, un mayor riesgo de precariedad en más cantidad de población. Se está agrandando cada vez más la brecha entre ricos y pobres. Ese colchón que siempre ha supuesto la clase media es cada vez más frágil puesto que los contratos son más precarios y se producen más situaciones que llevan al borde de la pobreza", explica la portavoz de Solidarios para el Desarrollo.

"La ayuda benéfica puede contribuir a la promoción del diálogo, la solidaridad y la comprensión mutua entre las personas. También puede aliviar los peores efectos de las crisis humanitarias, complementar los servicios públicos de atención de la salud, la educación, la vivienda y la protección de la infancia. Además, ayuda a promover la cultura, la ciencia, el deporte y la protección del patrimonio cultural y natural. También ayuda a concienciar sobre los derechos de los marginados y desfavorecidos, y permite guardar nuestra humanidad en situaciones de conflicto", explica la ONU en un comunicado para justificar la institución de este Día Internacional.

En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada en septiembre de 2015, las Naciones Unidas reconocen que la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío mundial y un requisito indispensable para el desarrollo sostenible. La Agenda también pide un espíritu de solidaridad global reforzada, centrado en particular en las necesidades de los más pobres y vulnerables y reconoce el papel de los diversos sectores privados, que van desde las microempresas a las cooperativas y las multinacionales, y el de las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones filantrópicas.

"Hay tanta necesidad por todas partes que se corre el riesgo de interiorizarla y restarle importancia y para eso vienen muy bien estos llamamientos, estos recordatorios, devuelven a la gente a la realidad. Pero nosotros trabajamos todos los días igual, el comer es fundamental para cualquier persona y no podemos hacer distinciones entre un día u otro, seguimos ofreciendo cada día la ayuda que la gente necesita", insiste Elena Doria.

Solo uno de cada cuatro españoles colabora 

Solo uno de cada cuatro españoles colabora de forma continua en diversas causas sociales, según se desprende de las conclusiones de la encuesta realizada por la plataforma social 'Pienso, Luego Actúo' de Yoigo y llevada a cabo por Sigma Dos, para evaluar el grado de solidaridad de los españoles.

Entre las causas que mencionan los encuestados para no colaborar, se cita la escasez de tiempo y de dinero. El estudio -que lleva por lema 'Pienso, Luego Actúo'- precisa que, a la hora de ayudar, son los mayores de 65 años (52%) los que más colaboran de forma habitual en distintas causas sociales debido a su disponibilidad de tiempo, seguidos de la población de entre 45 y 64 años (47%). Por el contrario, los que menos colaboran (37%) son la población de entre 30 y 44 años.

Por otro lado, el 53% de los encuestados asegura que es importante estar al tanto de las cuestiones sociales, pero solo el 33% lo considera un tema realmente importante.

Respecto a las formas de 'ayudar' más comunes, el 48% de los encuestados opta por la donación de dinero, alimentos o ropa; el 45% prefiere hacerse socio de alguna organización u ONG y el 27% se decanta por la compra de productos solidarios.

Una de las Fundaciones que trabajan sobre el terreno con las donaciones el Banco de Alimentos de Madrid y su portavoz explica que "el caso de esta Comunidad es ejemplificador. La gente puede pensar que la necesidad es cosa de países subdesarrollados de África, Asia o América, pero no es así, está por todas partes. Aquí no hay hambruna, pero sí mucha gente que lo pasa muy mal".

11,7 millones de españoles en riesgo de exclusión 

Y es que en nuestro país existe una destacada diferencia entre el PIB per cápita de unas Comunidades Autónomas y otras. Así, aunque el PIB per cápita de España en 2019 (datos publicados por el INE en diciembre de 2020) fue de 26.426 euros, esta cifra asciende en Madrid (con 6,6 millones de habitantes) hasta los 35.913 euros, un 35,9% más que la media nacional.

Sin embargo, "en la Comunidad de Madrid, 1 de cada 7 personas, 950.000, vive en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Estamos hablando de más del 14% del total de la población y de ellos casi medio millón viven en situación de pobreza severa con ingresos iguales o menores a 350 euros mensuales por unidad de consumo considerando como tal a cada miembro adulto de la familia porque los niños computan como media unidad familiar. Por ejemplo, una familia compuesta por los dos padres y dos niños serían tres unidades de consumo y deberían vivir con menos de 1.050 euros al mes. Tienen que vivir, pagar el alquiler, la luz, el gas, la comida, la ropa... ¡cuatro personas!. Es imposible", se lamenta Elena Doria.

Pero además, la portavoz del banco de alimentos nos explica que de esas personas "hay unas 296.000 en privación material severa, el 4,4% de la población, y esto significa que es gente que, al menos, no puede hacer frente a cuatro de los nueve conceptos del consumo básico".

Esos nueve conceptos del consumo básico son:

• Una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días
• Vivienda con una temperatura adecuada
• Poder afrontar gastos imprevistos de hasta 650 euros
• Imposibilidad de hacer frente a recibos como hipoteca, alquiler, recibos de gas, comunidad, compras a plazos...
• No poseer un automóvil
• No tener teléfono
• No disponer de lavadora.
• No tener televisor
• No poder permitirse ir de vacaciones una semana al año

Por su parte, Corina Mora nos recuerda que por lo que a España se refiere, todos los informes apuntan hacia un incremento de las situaciones de riesgo de pobreza o exclusión social. "Crece la desigualdad. Un 25 % de la población española está ya en riesgo de pobreza o exclusión social y eso es más de 11,7 millones de personas. Esa cifra no la inventamos nosotros, corresponde a 2020 y es la que aparece en el último informe AROPE que elabora el European Anti Poverty Network (EAPN) sobre el estado de la pobreza en nuestro país. Y me temo que cuando se elabore el informe de 2021 encontráremos datos un poco peores a causa de la pandemia que aparte de todo el problema sanitario que nos ha traído, también lo ha producido en lo económico y lo social", concluye Mora.

El impacto de la covid

Por otro lado, el 59% de los encuestados aseguran que la llegada de la Covid-19 ha provocado un cambio en la percepción de la ayuda y una mayor implicación en los temas sociales. Por grupos de edad, un 68% de los más concienciados son jóvenes de 18-29 años; un 60%, entre 45 y 64; y un 55% de entre 30 y 44 y mayores de 65.

El estudio también refleja la existencia de un mayor interés de los encuestados por las marcas socialmente responsables. Así lo asegura el 57%, frente a un 3% que no lo ve como un asunto relevante de cara a decantarse por una u otra marca. Según el género, son las mujeres (un 61%), las que más valoran la implicación de las marcas por los temas sociales, frente a un 54% de los hombres.

Por edades, es la franja de 18-29 años la que considera este aspecto "muy relevante" (60%) seguida por los de 30-44 años, con un 58%.

La encuesta concluye que existe un mayor interés por los temas sociales pero a su vez refleja que, a pesar de esta tendencia, todavía "queda camino por recorrer" en estos asuntos. En este punto, alude a iniciativas como la plataforma 'piensoluegoactuo.com', creada en 2018 por Yoigo, que permite encontrar cómo, dónde y cuándo actuar a través de un buscador en el que se puede seleccionar tanto por formas de actuar como por causas sociales.

Por su parte, Miguel Fernández, director de Fesbal nos confirma que "a partir del inicio de la pandemia, para miles de familias se ha agravado la posibilidad de cubrir sus necesidades básicas, entre ellas la alimentación. Es importante mencionar que antes de la pandemia por la COVID-19, los 54 Bancos de alimentos asociados a Federación, atendían a 1.050.000 beneficiarios, el año 2020 se terminó atendiendo a 1.560.000 personas de las cuales más de 300.000 son niños y niñas de 0 a 15 años".

El máximo responsable de la Federación de Bancos y Alimentos recuerda que "las consecuencias económicas de la COVID-19 ha provocado una recesión generalizada pero que afecta principalmente las zonas en las que los sectores económicos como la hostelería y el turismo son la fuente principal de ingresos".

"La sociedad española tiene un gran corazón"

Para el director de Fesbal no hay ninguna duda: "La sociedad española tiene un gran corazón, todos los años lo ha demostrado, pero principalmente, durante el momento más álgido de la pandemia, en el 2020, tuvimos una ola impresionante de solidaridad, sin embargo, este año la necesidad de ayuda sigue creciendo y desafortunadamente no hemos tenido la misma respuesta en donaciones", nos dice.

"El año 2021 aún no termina y no podemos bajar la guardia. Es por ello por lo que hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía para que continúen colaborando con la Federación Española de Bancos de Alimentos y sus Bancos de Alimentos asociados", recuerda Miguel Fernández. 

"Nosotros subsistimos gracias a las ayudas de particulares y empresas, somos una Fundación apolítica, aconfesional y sin ánimo de lucro y con la llegada de la covid, la gente se volcó. Sin ninguna duda, durante la pandemia se ha notado un cambio en la percepción de la ayuda y una mucho mayor implicación de la ciudadanía", asegura la portavoz del Banco de Alimentos.

Para ilustrar su afirmación, Elena Doria pone el ejemplo de la gran recogida de alimentos que hacen una vez al año, a finales de noviembre, en la que "a pesar de haber cambiado el formato por las restricciones, la distancia social y demás medidas de seguridad, quedamos abrumados por la respuesta de la ciudadanía y recogimos tres ves más de lo que teníamos previsto. En 2019 fueron 2,5 millones de kilos y en 2020 más de 7 millones. Eso sin contar con bares, restaurantes y colegios que durante el confinamiento, en vez de tirar comida la donaban a entidades benéficas".

"Con la pandemia y a partir de la crisis sanitaria que lógicamente derivó en la crisis económica, alimentaria y social, realmente la gente se volcó y ayudó muchísimo. Es verdad que cada cual tiene sus circunstancias y mucha gente que antes no lo estaba se ha visto finalmente afectada también por esta crisis, por lo que hemos notado que las donaciones han ido disminuyendo hasta el punto de que se han quedado estables. Esto nos da un poco de miedo porque tenemos que seguir adelante. En cualquier caso, antes de la pandemia conseguíamos un millón de kilos de alimentos al mes y durante la pandemia, y ahora también, logramos dos millones de kilos cada mes. Por eso, para mantener este ritmo tenemos necesidad de que la gente nos siga donando, de que continúe ayudando. Y Días Internacionales como este ayudan a que se tome conciencia de ello", concluye Elena Doria.

El Gobierno y la UE también suman

En esta lucha contra la pobreza, el Gobierno también suma y el Consejo de Ministros acaba de autorizar la contratación, por parte del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), del suministro de alimentos del 'Programa de ayuda alimentaria a las personas más desfavorecidas 2022', con el que se prevé atender a más de 1,5 millones de beneficiarios, por un importe de 86.596.000 euros. La compra de los alimentos de este programa está financiada al 100% por la Unión Europea.

Los alimentos que se van a adquirir son de carácter básico y no perecederos, como arroz blanco, alubias cocidas, conserva de atún, pasta alimenticia tipo macarrón, tomate frito en conserva, galletas, macedonia de verduras en conserva, fruta en conserva, cacao soluble, tarritos infantiles (fruta y pollo), leche entera UHT y aceite de oliva. Con ellos se cubre parte de la cesta de la compra de las familias beneficiarias del programa.

La reglamentación comunitaria establece que el apoyo al Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD) se podrá incrementar con recursos del programa REACT UE (Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa), creado para favorecer la recuperación de la crisis en el contexto de la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias sociales, y para preparar también una recuperación verde, digital y resiliente de la economía.

El ejemplo de la Madre Teresa

En reconocimiento del papel de la caridad a la hora de mitigar el sufrimiento humano que persigue este Día Internacional se instituyó como ya se dijo el 5 de septiembre para hacerlo coincidir con el aniversario de la muerte, a los 87 años, de la Madre Teresa de Calcuta.

Monja y misionera la Madre Teresa nació en 1910 en la antigua Yugoslavia, con el nombre de Agnes Gonxha Bojaxhiu. En 1928 se fue a la India, donde se dedicó a ayudar a los indigentes. En 1948 se hizo ciudadana india y en 1950 fundó la orden de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, que alcanzó notoriedad por su labor entre los más pobres y los moribundos.

Durante 45 años ejerció su ministerio entre pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, mientras las Misioneras de la Caridad se extendían, primero por la India y luego por otros países, con la creación de hospicios y residencias para los pobres y desamparados. Su labor obtuvo el reconocimiento y la alabanza del mundo entero y le granjeó numerosos premios y distinciones, entre otros el Premio Nobel de la Paz en 1979.

Para ella, "la pobreza y la angustia constituyen una amenaza para la paz".