Toni Esteve
Sociedad
Día Mundial de la Relajación: cinco propuestas para alcanzarla
El 15 de agosto es un día propicio para intentar rebajar nuestro nivel de estrés
La ansiedad y el estrés son problemas endémicos en nuestra sociedad actual. El estrés es una reacción de nuestro cuerpo ante las exigencias de nuestro día a día, que sostenida en el tiempo puede volverse crónica y traer graves consecuencias para nuestro organismo. Así las cosas, desde hace unos años se ha instaurado el 15 de agosto como la fecha para celebrar el Día Mundial de la Relajación. Sin duda, se trata de un día propicio para intentar rebajar nuestro nivel de estrés, puesto que son muchos los que en estos días del mes de agosto están disfrutando de sus vacaciones o bien aprovechando el buen tiempo de esta época del año para realizar algunas actividades al aire libre. Aquí aportamos nuestro grano de arena en forma de propuestas para lograr relajarnos.
Alimentación
Existen algunos alimentos que además de ser beneficiosos para la salud en general son muy apropiados para combatir el estrés, como las infusiones y tónicos de hierbas, las frutas y verduras, o aquellos que son ricos en carbohidratos (cereales, arroz, pasta, pan o patatas), que proporcionan una energía de combustión lenta, en contraposición a los dulces, cuya combustión rápida genera una energía que origina altibajos anímicos y potencia el estrés. En el caso de las frutas, estas proporcionan potasio, un mineral que ayuda a estabilizar la presión arterial, frecuentemente alterada por el estrés. Por su parte, las infusiones son un clásico para obtener un efecto de relajación y un sueño tranquilo. En esta línea la manzanilla, la melisa, la verbena o la tila, la flor de lima pueden proporcionar un efecto sedante. Otra opción puede ser prepararte algún plato que te recuerde momentos felices
Ejercicio
La actividad física es una de las mejores maneras de liberarse del estrés. Y no tiene porqué realizarse con intensidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los mayores de 65 años hagan semanalmente al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada, que es el que aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria. Se puede bailar, caminar o bajar y subir las escalera de casa. Y mejor aún si lo hacemos tarareando nuestras canciones favoritas. Por supuesto, practicar un deporte también nos ayudará a descargar estrés y ansiedad, y hay algunos que están especialmente indicados para las personas mayores.
Meditación
Los múltiples beneficios de la meditación la han convertido en una práctica cada vez más habitual. Meditar consiste en realizar una especie de viaje interior que te permita tomar conciencia tanto de tu propio cuerpo y de tu existencia, como del mundo y de las circunstancias que te rodean. Puede sonarte un poco pretencioso, pero en realidad es una actividad sencilla de realizar, aunque requiere cierta práctica y existen distintos tipos, según el método que se utilice para alcanzarla. En cualquier caso, la meditación requiere como primer paso una profunda relajación, ya que sin ella no es posible la “desconexión” del exterior que requiere meditar. Un lugar tranquilo y adoptar una postura cómoda es todo lo que necesitas para iniciarte a la meditación.
Respiración
Los ejercicios de respiración son uno de los métodos más eficaces para relajar la mente y controlar los estados de ánimo. Existen distintas técnicas para lograr una relajación profunda y todas tienen en común el control de la respiración, inhalando y exhalando el aire lentamente. Puedes sencillamente sentarte cómodamente en una silla y respirar profundamente escuchando el sonido del aire que sale de tus pulmones. Puedes probar a inspirar profundamente contando lentamente de uno a cinco y espirar despacio contando de uno a siete, repitiendo la serie varias veces. Con este ejercicio le decimos a nuestro cerebro de que el cuerpo tiene suficiente oxígeno y no es necesario que respire de forma rápida como ocurre en situaciones de angustia o estrés.
Viajar sin moverse
Por supuesto, marchar de viaje durante unos días nos ayudará a olvidar nuestras preocupaciones del día a día. Pero también es un arte saber viajar sin ir realmente a ninguna parte. Se puede viajar a cualquier destino mentalmente, cerrando los ojos e imaginando estar en el lugar que nos apetecería estar… De acuerdo, si esto te parece demasiado obvio o no tienes la imaginación necesaria, siempre puedes optar por reservar distintos momentos del día para dar un breve paseo que nos distraiga y nos aporte calma, o mirar por la ventana durante cinco minutos. Si te lo propones, los resultados de estos viajes “low cost” pueden ser sorprendentes.