Diseñan un brazo robótico que ayuda a comer a personas dependientes

¿Quién dijo que la robótica no podía acercarse a los cuidados? Un grupo de instituciones catalanas que forman parte del laboratorio Barcelona Aging Collaboratory, han creado un brazo-robótico que servirá para ayudar a que personas dependientes puedan comer y realizar diversas tareas sin la ayuda de una tercera persona.

Algunas de las características más llamativas de este brazo articulado se centran en su capacidad de responder al estado del paciente. Por ejemplo, si está hablando o no se encuentra preparado para recibir la comida, el robot no procederá a acercarle el cubierto. Por otro lado, es capaz de cortar y separar los trozos de comida, de manera que el paciente no tenga ningún problema a la hora de masticar o tragar. Según asegura Guillem Alenyà, del Instituto de Robótica del CSIC-UPC, para conseguir ese objetivo principal de autonomía del paciente, se implantarán otras funciones, que le permitirán adaptar el ritmo, el tipo y la cantidad de comida a sus preferencias. 

El nuevo sistema pretende facilitar la vida tanto al paciente como al cuidador

Por otra parte, también posee un sistema para detectar si la persona dependiente ha ingerido ya suficiente alimento. Esta detección del estado nutricional del paciente permitirá ir personalizando cada vez más la atención sanitaria. "Se trata -ha considerado el doctor Marco Inzitari, sanitario del Vall d'Hebron- de dispensar un trato más cuidadoso y personalizado a los pacientes, y ayudar a reducir el estrés del personal sanitario".

Tanto los patronizadores como los investigadores han querido dejar claro que esta nueva herramienta no pretende hacer las veces de cuidador. Josep Carné, presidente de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Cataluña, ha recalcado que "lo que queremos es ayudar al cuidador, no sustituirlo", y "añadir calidad" a su trabajo. Para seguir adelante con el proyecto, los responsables del laboratorio han expresado su confianza en que, además de las sociedades civiles y el sector privado, las administraciones públicas aporten algo de financiación. Inzitari ha explicado que este laboratorio quiere ser "un espacio o metodología de cocreación que involucra a las personas mayores desde un principio, en el diseño, desarrollo, implementación y evaluación de productos y servicios destinados a fomentar su autonomía, integrarlos en la comunidad y reducir dependencias y cronicidades".