Casi un 85% de los pacientes con dolor crónico son mujeres. Así lo ha expuesto Alejandro Luque, director de la actividad y de la Cátedra de Innovación Tecnológica y Social en Salud y Dolor de la Universidad de Málaga (UMA). Se trata de una "pandemia silenciosa", en sus propias palabras, donde "la principal sufridora" es la mujer.
Esta dolencia supone la primera causa de discapacidad en el mundo, alternándose con los trastornos de salud mental. Durante los Cursos de Verano de la UMA, Luque ha puesto en relieve que "vivir con dolor es una experiencia que va más allá de lo puramente biológico, no pondremos el acento en las emociones que vienen asociadas a él, ni en cómo afecta a la vida diaria de los pacientes".
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— Ayto. Marbella (@Ayto_Marbella) June 21, 2023
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"Los números son tremendos, pero lo que nos importa no solo es el coste económico que tiene el dolor crónico para la salud pública, sino el sufrimiento de las personas", resume. Ante esto, los pacientes se sienten "incomprendidos, porque no terminan de ser escuchados" a la hora de buscar un tratamiento efectivo.
Escucha activa y validación
Por ello, ha destacado la importancia de la "escucha activa" y la validación del dolor: "Se trata del primer paso a nivel terapéutico para abordar, actualmente, el alivio del dolor, la simple validación del paciente ya es analgésica. Partimos de la base de que todo dolor es real, independientemente de que los clínicos conozcamos su causa. Tenemos que empatizar para llegar a culminar el tratamiento con éxito".
Del mismo modo, ha señalado la educación y un estilo de vida activo como las principales vías de actuación no invasivas para abordar el dolor crónico, como complemento a otras terapias médicas y farmacológicas enfocadas a mejorar el estado de la persona.
