¿Donar o dejar en herencia? Si tú también te lo preguntas, probablemente estés pensando en los tuyos y en cómo les impactará la fiscalidad de tus decisiones. Pero hay mucho más. El pago de impuestos puede ser un factor determinante, pero no debería ser el único: ten presentes las necesidades financieras actuales y futuras de cada miembro de la familia. Ahora es cuando puedes pasar de preocuparte a ocuparte de tu planificación sucesoria.
“No se trata solo de transferir activos financieros, sino también de transmitir valores, tradiciones y responsabilidades. Es una oportunidad para establecer una base sólida para las generaciones futuras”, nos cuenta Rodrigo de Salazar, responsable de Asesoría Fiscal de Negocio en Ibercaja.
Planificar tu sucesión es fundamental, sobre todo si quieres que se cumpla con tu voluntad y evitar problemas futuros a nuestros herederos. Las alternativas son la herencia o la donación en vida. Pero ¿cuál es mejor? Según los expertos de Ibercaja no hay una única respuesta, ya que dependerá de lo que más convenga en cada situación y de la comunidad autónoma a la que pertenezcas. Sopesar las posibles situaciones y tomar ahora las decisiones oportunas pueden ayudar a prevenir conflictos familiares y disputas legales. La planificación, según apunta Rodrigo de Salazar, “proporciona una hoja de ruta clara y transparente para la distribución de activos”
Según datos del Consejo General del Notariado, el año pasado se produjo una cifra récord de renuncias a herencias en España. ¿Las causas principales? Las deudas (que también se heredan) y las malas relaciones familiares. En tercer lugar, están los costes que conlleva aceptar esa herencia; por ello, es importante dejar activos líquidos para que los herederos puedan afrontar el pago de impuestos.
El impuesto de sucesiones y donaciones
España es el país de Europa que más grava las sucesiones y donaciones, según un informe de Tax Foundation. El impuesto de sucesiones y donaciones (ISD) se aplica en toda España, pero su gestión es competencia de las comunidades autónomas y cada una tiene su propia regulación. En algunos territorios puede ser más caro heredar o recibir la donación que en otros, aunque cada vez hay menos diferencias.
En el impuesto de sucesiones y donaciones, además del lugar de residencia del fallecido, también intervienen otros factores como el importe total de la herencia y el grado de parentesco.
Además, existen otras situaciones que también han de tenerse en consideración. Por ejemplo, que el heredero sea menor de edad o que tenga reconocido determinado grado de minusvalía.
En cualquier caso, puedes consultar posibles exenciones, deducciones o bonificaciones en el pago del impuesto de sucesiones y donaciones en cada comunidad autónoma.
El papel decisivo de las plusvalías y las minusvalías
Planificar tu sucesión puede llevarte a vender activos menos líquidos y reemplazarlos por otros más fáciles de repartir y con un impacto fiscal lo más ventajoso posible.
Si estás pensando en cómo repartir tus bienes, ten en cuenta un concepto fundamental: la plusvalía. Se trata de la diferencia entre el valor de adquisición y el valor de mercado de los bienes traspasados.
La principal diferencia entre vender, donar o dejar en herencia radica en tres cuestiones, tal y como recuerdan desde Ibercaja:
- La plusvalía al vender debe abonarla el propietario del bien.
- La plusvalía en una donación también tributa en el IRPF del donante.
- En el caso de una herencia, el fallecido no tributa en el IRPF. No obstante, al igual que en las donaciones quien recibe el bien debe tributar por el valor de mercado del bien heredado.
¿Y si los bienes pierden valor antes o en el momento del traspaso? En ese caso se produce lo que se conoce como minusvalía, que es justo lo contrario a la plusvalía. Si esto ocurre, compensar minusvalías en herencias es una estrategia valiosa, afirman desde Ibercaja.
Compensar minusvalías: una estrategia valiosa
Después de analizar cada situación particular es el momento de tomar decisiones compensatorias. Desde Ibercaja lo explican con el siguiente ejemplo: si decides desprenderte de activos cuya venta genera muchas plusvalías, puedes beneficiarte si aprovechas ese mismo año para vender también activos que generan minusvalías capaces de compensar esa diferencia positiva. Del mismo modo puedes compensar las pérdidas pendientes de los últimos cuatro años, información que encontrarás en tu última declaración de IRPF.
Cuando una herencia o donación genera una minusvalía, las normas del IRPF nos impiden compensarlas. Pero tranquilo, porque siempre y cuando no te importe desprenderte de ese activo donado o heredado, puedes adelantarte y actuar en favor de los intereses familiares. ¿Cómo? Por ejemplo, vendiendo el bien con minusvalía a un tercero antes de fallecer y posteriormente hacer una donación en efectivo. De esta manera, no generarás ni plusvalías ni minusvalías. También puedes optar por la venta compensatoria de otros activos que sí generan plusvalías.
Rentas vitalicias
Cuando el patrimonio está formado por activos que generarán muchas plusvalías latentes, los criterios fiscales animan a esperar al fallecimiento y recurrir a la herencia. Si no interfieren motivos personales, elegir la herencia frente a la donación evitará tributar en el IRPF dicha plusvalía.
¿Eres mayor de 65 años y quieres vender activos del patrimonio familiar cuya transmisión obliga a pagar muchos impuestos por su gran plusvalía latente? Si no necesitas el dinero a corto plazo, contratar un seguro de renta vitalicia puede ser una buena alternativa, ya que permite, con ciertos requisitos, dejar exenta la ganancia de la venta hasta un límite de 240.000 euros por cónyuge; en gananciales, 480.000 euros.
Por otro lado, los mayores de 65 años están exentos de tributar en el IRPF la donación o venta de la vivienda habitual y la donación de un negocio o de participaciones de la empresa familiar.
En definitiva, elegir entre la donación o la herencia es una decisión que requiere de tiempo y análisis de los diferentes escenarios a los que te podrías enfrentar y su coste concreto para ti y los tuyos. Por ello, siempre es recomendable contar con asesoramiento experto.
“Vamos con tu futuro. Saber más para decidir mejor” es un proyecto de Ibercaja para ayudarte en tus decisiones de ahorro e inversión.
