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Únicamente dos auxiliares para antender a 60 internos y algunos de los ancianos "presentaban mal estado físico". Estos son solo algunas de las condiciones deplorables de las que se ha tenido constancia que ocurren en la residencia de mayores Arzobispo Morcillo de Soto del Real que acaba de ser cerrada cautelarmente por la Comunidad de Madrid.
Un cierre que se ha producido después de que la Fiscalía de Madrid lo solicitara a la Comunidad, por "el peligro" existente para la integridad y salud de los internos, han informado fuentes fiscales.
La petición de cierre se produjo después de que el pasado lunes la fiscal encargada del servicio de discapacidades de la Fiscalía de Alcobendas hiciera una visita rutinaria de inspección a la residencia donde comprobó el "deplorable" estado de los internos y de sus instalaciones.
La Comunidad de Madrid ha adoptado la medida cautelar de cierre e incoará un expediente sancionador contra el titular de la residencia tras comprobar en una visita realizada por los inspectores y representantes de la Fiscalía que este centro no estaba garantizando la adecuada atención médica.
La Comunidad ha decidido el cierre de la residencia, ya que "este centro es de titularidad privada y en él no existen plazas concertadas por la Comunidad de Madrid, si bien, el Gobierno regional va a garantizar la atención a los 60 residentes afectados".
Así, ha informado a los familiares de los residentes de la situación y, en el caso de no poder asumir el cuidado de su familiar, se les habilitará plazas de emergencia en centros dependientes de la AMAS o de la DG de Dependencia.
Presumiblemente se les imputara a los responsables de la residencia la posible comisión de un delito contra la salud pública así como contra la integridad de las personas. A preguntas de la fiscal uno de los responsables del centro dijo el pasado 8 de julio no tener acceso al historial clínico de los 60 internos que se encontraban en una sala y que contaba sólo con dos auxiliares para atenderlos, "presentando alguno de ellos mal estado físico".
Según la Fiscalía, el resto de las instalaciones tampoco ofrecían un mejor aspecto. De hecho, en la habitación destinada a guardar los medicamentos se pudo comprobar que no funcionaba la nevera destinada a conservar las medicinas que necesitan temperaturas bajas por lo que, como en el caso de la insulina, la cadena de frío se había roto.