El fútbol levanta pasiones entre sus aficionados, sin importar la edad. Pequeños, jóvenes, adultos y mayores, se emocionan al ver a su equipo ganar y perder, y no dudan en llenar las gradas y cantar a pleno pulmón el himno de su equipo de fútbol.
Enrique y Flori son dos apasionados del Celta de Vigo (@rdcelta) desde que eran prácticamente unos niños. Sus nietos lo sabían y por eso como regalo por sus bodas de oro, decidieron pedirle al club de sus abuelos un favor: que felicitaran al matrimonio por sus 50 años de casados.
Una oferta que el Celta no pudo rechazar. Bajo el nombre de Misión: bodas de oro, el club de fútbol ha compartido el vídeo de todo lo que tuvieron que hacer Verónica y Javier, los nietos del matrimonio para sorprender a sus abuelos.
Los chicos se desplazaron a la ciudad del Celta para pedir personalmente a los jugadores que grabaran una felicitación a sus abuelos. Iago Aspas, Fran Beltrán, Brais Méndez y Vlado Gudelj fueron los elegidos para mandar un mensaje tan especial a la pareja, que desde antes de conocerse ya estaban unidos por el Celta.
El matrimonio no se esperaba nada
Con las felicitaciones grabadas, los nietos visitan a sus abuelos, que no sabían nada de lo que estaba pasando. Sentados en el sofá del salón, el matrimonio recibe la sorpresa. Los primeros en hablar son sus hijos Alberto y Enrique: "Papá, mamá, en unos días cumplís 50 años de matrimonio. Desde el momento en que os conocisteis el Celta siempre ha estado allí, y hoy no iba a ser menos".
"Es un orgullo poder felicitaros por todos estos años de unión, sabiendo que la historia del Celta ha estado unida a la vuestra", comentaban los jugadores del equipo.
Unas palabras que emocionaron a Enrique y a Flori, que no sabían que todavía quedaba una sorpresa más. Como regalo de aniversario, el equipo de toda su vida les regaló dos entradas para ver el partido contra el Barcelona en el Camp Nou.
"Muchas gracias por todo, es una maravilla. No contaba yo con todo esto", comentaba Enrique.
La historia de Enrique y Flori demuestra no solo que el fútbol no entiende de edad, sino que los nietos están dispuestos a hacer cualquier cosa por sus abuelos.