Cruz Roja acaba de dar a conocer los ganadores de la VIII edición de sus premios de Tecnología Humanitaria, y los dos proyectos ganadores están pensados para mejorar la calidad de vida de las personas mayores: una ducha anticaídas y una aplicación web para combatir la soledad no deseada.
Uno de los jueces de esta edición, Carlos Capataz, del equipo de Tecnología para el Servicio de las personas de Cruz Roja, ha explicado a 65YMÁS lo que más han tenido en cuenta a la hora de valorar los 60 proyectos que se han presentado: "Queríamos que el proyecto fuera innovador, factible y alcanzable, y por su puesto, hemos valorado la parte de emprendimiento. Es decir, el impacto que pueda tener y el volumen de personas a las que pueda llegar".
Como novedad de este año, se ha incluido la categoría juvenil, JASE, porque desde la organización piensan que el emprendimiento juvenil ligado a las tecnologías puede tener mucho recorrido. Los dos ganadores han desarrollado aplicaciones para mejorar la adherencia terapéutica y un sistema de alertas de donación de sangre y sitios para donar.
Showee Showerha sido elegido por el jurado como el proyecto ganador de esta edición. Judit Salarich, una de sus representantes, nos ha contado cómo surgió la idea de crear una ducha anticaídas: "La idea surgió en 2017 cuando a la abuela del fundador le diagnosticaron párkinson, y poco a poco fue perdiendo autonomía, especialmente en la ducha. Su abuela no quería recibir ayuda, y Eric se dio cuenta de que la ducha solo había cambiado en diseño, mientras que otras tecnologías se estaban desarrollando para hacernos la vida más fácil", nos explica Salarich.
Motivado con la idea de hacerle la vida más fácil a su abuela, nació la idea de la ducha accesible y ecointeligente: "Las principales funciones de esta ducha es que moja y facilita el enjabonado y el secado. Esto es posible porque se incorpora el jabón dentro de la ducha, y tú puedes seleccionar o bien ducharte de forma manual y a través de una pantalla táctil ir eligiendo si quieres agua o jabón. O puedes elegir un programa automático que va pasando por las diferentes fases", nos explica.
De esta forma no intrusiva, la ducha respeta los "momentos de intimidad y facilita la autonomía de las personas, porque si, por ejemplo, tienes artrosis y te cuesta abrir el gel, de esta forma no tienes que preocuparte".
Otra de las características de este proyecto es que "cuenta con un asistente virtual que guía a las personas con dificultades cognitivas durante todo el proceso de ducha. Es un muñeco que aparece cuando seleccionas el modo automático, y te va indicando lo que tienes que hacer, porque hay muchas personas que solo necesitan que les vayan diciendo los pasos a seguir, y de esta manera no pierden la autonomía en la ducha", destaca Salarich.
Además de las características mencionadas, otro de los puntos fuertes de esta ducha es su sistema anticaídas: "La ducha tiene un sensor que es capaz de aprender lo que está fijo en la ducha, como una silla o las propias piernas de la persona. Entonces, cuando hay un resbalón, detecta el cambio. Lo primero que hace es parar el agua y a través de la aplicación móvil a los familiares les llega una notificación o si está en un centro, puede enviarse a la centralita".
Por el momento, el equipo ha fabricado las 15 primeras duchas, de las cuales la mitad ya están instaladas: "Llevamos menos de un año con duchas instaladas en centro, y ya se han hecho 1.000 duchas con nuestro sistema. De momento estamos solo en centros sanitarios porque son los que más nos ayudan a aprender".
El segundo premio ha recaído en Envita, una webapp de trabajo colaborativo que tiene como objetivo recopilar la historia de vida de cada mayor, a través de juegos y preguntas que al mismo tiempo ayudan a combatir la soledad no deseada.
Noelia López, cofundadora y CEO de Envita, nos ha contado más en detalle en qué consiste este proyecto: "Envita es una solución en la nube que facilita los cuidados colaborativos. Es decir, mayores, familiares y profesionales puedan sentarse juntos a trabajar en el proyecto de vida de la persona, cuando principalmente necesita cuidados", comienza explicando López.
"Cuando necesitamos cuidados es muy importante la parte asistencial, pero también escuchar a los mayores para saber cómo quieren que sean su vida. Entonces nosotros trabajamos con una línea de vida y vamos digitalizando los momentos más importantes de su pasado, presente y las metas de futuro. De esta manera, podemos ofrecer apoyo personalizado desde la conversación, el conocernos, y forjar vínculos. La metodología de historia de vida es esencial para la atención centrada en la persona porque tiene un enfoque más humanizador", asegura.
"Trabajamos desde la identidad de la persona, y que no desaparezca cuando empieza a necesitar cuidados. Nosotros queremos que la voz de la persona sea lo más importante y vaya de la mano de la parte asistencial de los cuidados y que pueda decir lo que quiere, y cuidarla desde su identidad", añade López.
Por el momento, Envita trabaja con centros residenciales a través de un programa de implantación con los diferentes trabajadores del centro para que conozcan los recursos y herramientas del centro: "Ellos lo llevan a su centro y así pueden trabajar con los mayores y sus familias".
Uno de sus retos es la accesibilidad, ya que al tratarse de una aplicación web, podría pensarse que no todos los mayores podrán hacer uso de ella, pero para que esto no sea un problema, han creado diferentes herramientas como un juego de cartas o un libro de vida: "Más allá de la tecnología, nuestro proyecto busca forjar estos vínculos, y entonces tenemos muchos materiales tangibles como un libro de vida, para que ellos puedan verlo siempre que quieran. O por ejemplo, tenemos un juego de cartas que nos ayudan a hacer preguntas y a hacer cosas juntos", aclara López.
Y añade: "Queremos que la tecnología sea más accesible, y por eso hemos diseñado una caja de los recuerdos para que las personas vayan escribiendo todo lo que recuerdan, que nos servirá luego para digitalizar todos sus recuerdos".
Ahora, el siguiente paso es crecer de la mano de asociaciones y profesionales "que trabajan desde la atención centrada en la persona y que combaten la soledad no deseada. Queremos ser un aliado y crecer juntos. Y queremos que el día de mañana cualquier persona pueda hacer esto con sus familias, y redescubrir a sus familiares".
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La mención especial de estos premios ha sido para los cascos inalámbricos que ha desarrollado Samsung, con el objetivo de mejorar la vida a las personas con autismo que suelen tener hipersensibilidad auditiva. Los auriculares son una especie de "airbag inalámbrico", y tal y como nos ha contado Javier Galilea, encargado de la comunicación corporativa de la empresa, permite cancelar los diferentes ruidos de manera personalizada y por categorías.
Por el momento solo está disponible en Android, y cuenta con el aval científico de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) y ha contado con la colaboración de la Confederación Autismo España.
JASE: Categoría juvenil
La novedad de este año ha sido la categoría juvenil, y los ganadores han desarrollado diferentes aplicaciones. Son los siguientes:
ADHEBOOK
Martí Amat ha desarrollado una aplicación con la intención de mejorar la adherencia terapéutica mediante un sistema de alarmas, que sirve para recordar las tomas de la medicación, y en el futuro quieren añadir lectura de recetas, conexión con el sistema sanitario o con pacientes expertos.
Blood Bross
Luis Neira, Jaime García, Javier Feal y Diego Pérez Marcos han creado un sistema de alertas de donación de sangre y un mapa con los lugares donde puede hacerse. Más orientado a los jóvenes, la aplicación ofrece un sistema de recompensas para poder conseguir descuentos en restaurantes o comercios de hasta un 20%.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.