El duro relato de una periodista sobre cómo ha perdido a su madre por un cáncer no diagnosticado

"Mi madre no ha podido luchar. No la han dejado pelear contra el cáncer NO diagnosticado que se la ha llevado", así comenzaba un estremecedor relato la periodista Rocío Arauz, del programa Hoy en día de Canal Sur, en sus redes sociales, donde ha contado las duras situaciones que ha tenido que soportar su madre visitando diferentes hospitales buscando un diagnóstico que llegó tarde. 

Rocío explicaba que su madre pasó "varios años de peregrinaje por más de cinco hospitales y decenas de visitas a diferentes especialidades médicas", en busca de alguien que le diese explicación a sus "insufribles dolores". Pero cuando por fin lo hicieron "era tarde": "La metástasis ya le había provocado un fallo multiorgánico", comenzaba a explicar la periodista, que rogaba difusión en la red social para que aquello "no vuelva a ocurrir". El hilo de Twitter ha recibido miles de retuits y Me Gusta en apenas un día. 

"Ha agonizado a alaridos durante años sin ser atendida. Ha sufrido un trato denigrante y vejatorio con un falso diagnóstico de demencia al que se aferraban cuando mi madre gritaba de dolor pidiendo auxilio", critica en un duro relato que, tristemente, no es una excepción, tal y como señalaban varios usuarios en respuesta. 

A pesar del diagnostico que no dejaban de recibir como "paciente de salud mental",  Rocío considera igualmente "humillante que con esas hipótesis y la evidente depresión que le produjo su inhumana situación, tampoco considerasen de extremada prioridad tratarla desde Salud Mental". 

Así, Rocío y su madre pasaron los dos últimos meses visitando "más de una decena de veces" centros hospitalarios pidiendo ayuda, "sin suerte". Las respuestas que recibían, en cambio, eran: "Imposible que le duela. Lo hace para llamar la atención". Todo eso mientras a la madre de Rocío "la devoraba un cáncer indescriptiblemente doloroso sin prescribirle ninguna prueba diagnóstica". 

"El paralizante dolor la postró en una cama sin diagnóstico. También era normal, con esa conducta tendente a la somatización. Dejó de caminar e incorporarse de un día para otro, literalmente. Mi madre perdió 20 kilos en poco más de un mes, pero era porque ha dejado de comer para llamar la atención. Exagera.

Rocío relata que en la primera analítica, los marcadores tumorales aparecieron "muy altos". El resto de pruebas se sucedieron y los resultados dieron por fin la explicación a los dolores de su madre: "En el primer tac craneal: manchas metastásicas en el cerebro; en el tac de abdomen: cáncer metastásico de colon perforado. Había sufrido un infarto del que ni siquiera se había quejado". 

"A mi madre el fallo renal provocado por la metástasis le produjo una encefalopatía urémica que le distorsionó en sus últimos días la percepción y capacidad de expresión o relacionarse. A mi madre no solo le arrebataron su derecho a pelear. A mi madre le arrancaron su dignidad. La trataron humillante y vejatoriamente aferrándose a la denostada e ignorada baza de la salud mental. Yo la acompañé a muchas de esas citas médicas y la he acompañado hasta su final. Ha muerto mientras le acariciaba la mano con todo el dolor de mi alma devastada", finalizaba Rocío.