David Vargas
Sociedad
Echar lejía por el inodoro para evitar la expansión del coronavirus no sirve de nada
Además, puede ser peligroso para el medio ambiente
Con la llegada del coronavirus, los remedios caseros para evitar su expansión han corrido como la pólvora por las redes sociales. Uno de ellos es el que hoy nos ocupa. En un mensaje de Whatsapp que está circulando en forma de reenviado, se recomienda echar una taza de lejía concentrada cada vez que se utiliza el lavabo, el fregadero, la ducha… Puede parecer algo inofensivo, ya que muchos de nosotros desinfectamos el lavabo con productos que llevan lejía, pero no debemos llevarnos a engaño. Desde la Sociedad Española de Microbiología, califican esta medida como un “atentado medioambiental” y recuerdan que el agua que llega a nuestros hogares ha pasado por tratamientos que eliminan el virus.
La lejía es un producto de uso doméstico común que se usa para desinfectar las superficies con más microorganismos, sobre todo inodoros. Pero una cosa es utilizarla cuando toca hacer limpieza y diluida en agua, y otra muy distinta utilizar lejía concentrada —como nos aconsejan en el mensaje de Whatsapp— cada vez que utilizamos el baño. La lejía concentrada pura es un material muy corrosivo y perjudicial para el medio ambiente que no soluciona el problema del coronavirus. El problema, como suele suceder en estos casos, es la viralidad de los mensajes difundidos por redes sociales; si lo hace una persona, probablemente no tendrá ninguna incidencia, pero imaginemos por un segundo todos los habitantes de una ciudad echando lejía pura por el desagüe cada dos por tres… Llegado el caso, esto sería perjudicial para las depuradoras de aguas y, en consecuencia, para el medio ambiente.
En este sentido, el Ministerio de Sanidad se hecho eco de este bulo y en un documento del pasado 20 de mayo sobre el coronavirus y el agua residual urbana en el que dice que “no es necesario desde el punto de vista sanitario el verter lejía en inodoros, lavabos, bañeras, duchas o fregaderos cada vez que se utilicen” que “además causaría una grave contaminación ambiental, así como una alteración a los procesos que depuran las aguas residuales antes del vertido”.
Por otra parte, hay que dejar bien claro que el agua de los desagües nunca se mezcla con el agua de consumo; no hay ningún circuito que permita que aguas residuales puedan llegar a nuestro hogar, por lo que el agua potable está bien protegida contra los virus. Tanto la OMS como el Ministerio de Sanidad aseguran que el consumo de agua potable es totalmente seguro. El Gobierno explica que el actual tratamiento de desinfección de las aguas en España así lo asegura.