La edad biológica, no la fecha de nacimiento, puede pronosticar la longevidad. Así lo ha determinado un estudio pionero de más de 1.800 mujeres mayores llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) y publicado en la revista JAMA Network Open. En concreto, señalan que el envejecimiento biológico acelerado del cuerpo (la aceleración de la edad epigenética) está asociado con menores probabilidades de vivir hasta los 90 años, así como de ser físicamente móvil y tener una función mental intacta.
Según los investigadores del estudio, la aceleración epigenética de la edad podría usarse como biomarcador para una longevidad saludable y para estimar el envejecimiento funcional y cognitivo.
“Las personas mayores saben bien que la edad es solo un número que puede no ser indicativo de su estado de salud. ¿Qué pasaría si tuviéramos una forma de medir qué tan rápido envejecemos que pudiera predecir nuestras probabilidades de vivir una vida larga y saludable? En la investigación sobre el envejecimiento, llamamos a esto la duración de la salud de un individuo”, explica la investigadora principal Andrea LaCroix, Ph.D., MPH, Profesora Distinguida de la Escuela de Salud Pública y Ciencias de la Longevidad Humana Herbert Wertheim, en un comunicado de la Universidad.
La edad cronológica se basa en la fecha de nacimiento de una persona, mientras que la edad epigenética tiene que ver con la edad biológica de las células, tejidos y sistemas de órganos. Teniendo esto claro, si la edad epigenética de una persona es mayor que su edad cronológica, significa que está experimentando una aceleración de la edad epigenética, que se asocia con un mayor riesgo de cáncer, enfermedad cardiovascular, enfermedad de Parkinson y otras enfermedades.
Según recuerdan los investigadores, cada 5/8 años de aceleración de la edad epigenética está asociado con un 20/32% menos de probabilidades de vivir hasta los 90 años con movilidad y función cognitiva intactas.
Para el estudio, el equipo analizó datos sobre el estado físico y cognitivo de 1813 mujeres, entre 70 y 72 años, que participaron en la Iniciativa de Salud de la Mujer, un estudio nacional de salud a largo plazo financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre que comenzó en 1993. De ahí, determinaron que la edad promedio de muerte entre los participantes fue de 90 años. En concreto, 464 mujeres sobrevivieron hasta los 90 años con movilidad y funcionamiento cognitivo intactos, 420 vivieron hasta los 90 pero sin movilidad ni funcionamiento cognitivo intactos, y 929 mujeres murieron antes de llegar a los 90.
"Se encontró que las asociaciones de los relojes epigenéticos de aceleración de la edad con una longevidad saludable eran independientes de otras características más comunes entre las mujeres longevas con movilidad y memoria intactas en comparación con aquellas que no sobrevivieron hasta los 90 años, como ser blancas, tener menos o menos condiciones crónicas al inicio del estudio, tener educación superior, no fumar y caminar varias veces por semana", explican los autores de la investigación. “Estudios anteriores han demostrado que la aceleración de la edad epigenética se asocia con un mayor riesgo de muerte, y algunos estudios observaron que se produce una aceleración de la edad más lenta entre las personas longevas. Pero este es el primer estudio que examina prospectivamente la relación entre una aceleración más lenta de la edad y vivir hasta los 90 años con movilidad y memoria conservadas”, añadía Purva Jain, otra de las investigadoras.
“Además, nuestro estudio sugiere que podemos usar la aceleración de la edad epigenética para estimar el riesgo de que un individuo no logre una longevidad saludable, lo que podría conducir a futuras intervenciones de salud pública para contrarrestar los malos resultados de salud entre las poblaciones de mayor edad”, concluye.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.