Todas las personas queremos vivir el máximo de años posible y envejecer con dignidad, disfrutando de la vida y de nuestros derechos. Sin embargo, a medida que cumplimos años, aumenta nuestro riesgo de enfrentarnos a situaciones de maltrato, abuso y abandono. Para visibilizar y combatir la violencia hacia las personas mayores, el 15 de junio se celebra en todo el mundo el Día Internacional de Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez.
El abuso o maltrato hacia las personas mayores se define como todas las acciones u omisiones únicas o repetidas que, bien de forma intencionada o negligente, se comenten contra personas mayores y vulneran su integridad física, sexual, psicológica y atentan contra su dignidad, autonomía o derechos fundamentales. Se trata de un problema de gran magnitud, pero del que aún tenemos muy pocos datos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada seis personas mayores de 60 años es víctima de abuso, aunque considera que esta cifra es muy inferior a la situación real, ya que se calcula que solo denuncia uno de cada 24 casos.
El maltrato y el abuso hacia las personas mayores es punible en España a través del artículo 173 del Código Penal, en el que se contemplan las formas de violencia y abuso cometidos contra descendientes, ascendientes, hermanos por naturaleza, adopción o afinidad, propios o del cónyuge o conviviente, o sobre persona amparada en cualquier otra relación por la que se encuentre integrada en el núcleo de su convivencia familiar, así como sobre las personas que por
su especial vulnerabilidad se encuentran sometidas a custodia o guarda en centros públicos o privados.
El maltrato y el abuso se puede denunciar y existen diversas alternativas que las personas mayores deben conocer para poder actuar ante estas situaciones de maltrato. La forma más eficaz y rápida, especialmente ante casos de gravedad o urgencia, es acudir directamente a una comisaría o a un juzgado de guardia para realizar una denuncia. Además, existen otras opciones que pueden ayudar a tomar medidas ante un posible caso de maltrato o abuso, como informar a los Servicios Sociales municipales, acudir al Defensor del Pueblo o a la Fiscalía para la Protección y Defensa de los derechos de las personas mayores.
Además, también es posible pedir asesoramiento al Instituto de Mayores y Asuntos Sociales (Imserso) o recurrir a alguna de las organizaciones que trabajan para eliminar la violencia y el maltrato hacia las personas mayores.
Aun así, la violencia hacia las personas mayores es una violencia sobre la que no existe una conciencia social extendida y por ello, las personas que sufren este tipo de violencia, a menudo, desconocen cómo actuar y los mecanismos instituciones y de apoyo existentes. Por ello, es necesario poner en marcha estrategia integral de lucha contra los malos tratos y la violencia a las personas mayores que contemple medidas legislativas, educativas, campañas de sensibilización, formación a los profesionales sociales y sanitarios, acciones de los medios de comunicación y el sector de la publicidad servicios de información y apoyo a las víctimas, y acciones intergeneracionales entre todos los miembros de las familias.
El edadismo y la violencia hacia las personas mayores
Según el primer Informe Mundial sobre Edadismo publicado en marzo, a nivel mundial, una de cada dos personas son edadistas hacia las personas mayores. Es decir: una de cada dos personas tiene comportamientos basados en prejuicios y estereotipos negativos asociados a la vejez. Existe un imaginario colectivo que presenta a las personas mayores como débiles, frágiles, incapaces, dependientes, improductivas... Esta percepción negativa de la vejez hace que, a pesar
de que todas las personas queremos vivir muchos años, nadie quiera identificarse como “vieja”.
Existe, por tanto, un rechazo social hacia la vejez y hacia todo lo que ello representa. Esta contradicción evidencia la urgencia de cambiar nuestra percepción de lo que significa cumplir años para que podamos construir sociedades más amigables e inclusivas con las personas mayores y liberarnos del peso de estereotipos y prejuicios que no reconocen la diversidad, la experiencia y el valor de las personas mayores.
El edadismo tiene un impacto negativo en la vida y los derechos de las mujeres y los hombres mayores. De hecho, se asocia con una menor esperanza vida, una salud física y mental más deficiente, una recuperación más lenta de la discapacidad y un mayor deterioro cognitivo. Además, incrementa la soledad y el aislamiento social de las personas mayores y puede aumentar el riesgo de sufrir situaciones de violencia y abuso.
El edadismo también invisibiliza la riqueza de vida de las personas mayores y provoca que se ignoren las distintas experiencias y necesidades que cada persona tiene individualmente. Esta invisibilización tiene consecuencias especialmente graves en contextos de crisis humanitarias, catástrofes naturales o conflictos armados, ya que sus necesidades raramente son atendidas o consideradas en los programas de respuesta y acción humanitaria. Por otro lado, los conceptos generalizados y erróneos sobre la vejez y la falta de información y datos desagregados por edad impiden el desarrollo de políticas públicas adecuadas y eficaces sobre el envejecimiento.
Fomentar el Buen Trato para combatir la violencia
Para prevenir el abuso y el maltrato en la vejez, entre otras cosas, debemos promover una actitud positiva y el buen trato hacia las personas mayores, a través de la formación y sensibilización, y la puesta en marcha de iniciativas intergeneracionales. Además, contar con una Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas Mayores ayudaría a los Estados a tener una base sólida que les orientara en la elaboración de un marco jurídico para combatir la
discriminación y violencia en la vejez.
Desde HelpAge España, quieren aprovechar la celebración del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez para visibilizar este problema y reflexionar sobre la defensa de los derechos humanos a nivel nacional e internacional y cómo se refleja todo esto en la vida de las personas mayores.
Por ello, junto con la Fundación la Caixa, celebran el encuentro digitalDe la defensa de los Derechos de las personas mayores al Buen Trato
en la vida cotidiana, que tendrá lugar el martes 15 de junio a las 18 horas (horario español peninsular). En este encuentro, Ken Bluestone, responsable de Política e Influencia de Age International y miembro del grupo directivo de Global Alliance for the Rights of Older People y Sacramento Pinazo, doctora en Psicología Social de la Universidad de València, conversarán sobre cómo fomentar el buen trato de las personas mayores con una mirada en la creación de una convención
de Naciones Unidas sobre sus derechos. Además, el evento estará moderado por Manuel Rico, periodista y director de Investigación de InfoLibre.
El encuentro puede seguirse en directo a través del siguiente enlace:
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.