65ymás
La mayoría de los síntomas o afecciones que aparecen tras una infección leve por covid-19 persisten durante varios meses, pero vuelven a la normalidad al cabo de un año, según un amplio estudio israelí publicado por The BMJ.
En particular, las personas vacunadas presentaban un menor riesgo de dificultades respiratorias -el efecto más común que se desarrolla tras una infección leve- en comparación con las no vacunadas.
Cuando las afecciones se evaluaron por edad, las dificultades respiratorias fueron las más frecuentes, apareciendo en cinco de los seis grupos de edad, pero permaneciendo persistentes a lo largo del primer año tras la infección en los grupos de 19-40, 41-60 y más de 60 años.
La debilidad apareció en cuatro de los seis grupos de edad y permaneció persistente en la fase tardía sólo en los grupos de 19-40 y 41-60 años. Estos hallazgos sugieren que, aunque el fenómeno del covid largo ha sido temido y discutido desde el principio de la pandemia, la gran mayoría de los casos de enfermedad leve no sufren enfermedades graves o crónicas a largo plazo, dicen los investigadores.
La carga global de afecciones tras la infección en el periodo de estudio de 12 meses fue mayor para la debilidad (136 personas más por cada 10.000) y las dificultades respiratorias (107 por cada 10.000).
Otras afecciones con las que la infección de este virus se asoció de manera significativa, tanto en el período inicial de la dolencia como en el tardío, fueron la pérdida del olfato y del gusto o los problemas de memoria. Por ejemplo, en comparación con las personas no infectadas, la infección leve por covid-19 se asoció con un riesgo 4,5 veces mayor de pérdida de los sentidos mencionados (20 personas más por cada 10.000) en el periodo temprano y un riesgo casi 3 veces mayor (11 por cada 10.000 personas) en el periodo tardío.
La mayoría de las afecciones se resuelven en un año
"Nuestro estudio sugiere que los pacientes con covid-19 leve corren el riesgo de sufrir un pequeño número de problemas de salud y que la mayoría de ellos se resuelven en el plazo de un año desde el diagnóstico", afirman los investigadores, dirigidos por el especialista israelí Barak Mizrahi.
"Es importante destacar que el riesgo de dificultad respiratoria persistente se redujo en los pacientes vacunados con infección inicial en comparación con las personas no vacunadas, mientras que los riesgos de todos los demás resultados fueron comparables", añaden.