
Efectos secundarios del Orfidal, el ansiolítico más vendido en España
Solo se puede tomar con receta médica y su abuso puede tener consecuencias graves

El Orfidal es el ansiolítico más vendido en España, según la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles. Al tratarse de un tranquilizante combate el nerviosismo y la ansiedad, y también se usa frecuentemente para hacer frente al insomnio.
Para poder tomarlo nos lo tiene que recetar un médico, y su abuso puede tener consecuencias graves como que nuestro cuerpo cree resistencia y nos deje de hacer efecto. También puede generar el síndrome de abstinencia, y en casos muy extremos, la pérdida de consciencia e incluso la muerte.
Antes de empezar a tomar este ansiolítico es necesario saber que no se puede ingerir si se padece insuficiencia respiratoria severa, apnea del sueño o una enfermedad grave del hígado. Tampoco si se tiene alergia a su principio activo, el lorazepam, o al resto de sus componentes (lactosa, celulosa microcristalina, amberlita y estearato de magnesio).
Efectos secundarios

Entre sus efectos secundarios se encuentran:
- Trastornos de la sangre y del sistema linfático como trombocitopenia (disminución de las plaquetas de la sangre), agranulocitosis (disminución de neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos de la sangre) y pancitopenia (disminución importante de todas las células de la sangre).
- Alteraciones del sistema inmunológico como reacciones de hipersensibilidad y anafilácticas/anafilactoides (alérgicas).
- Trastornos endocrinos como el síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética.
- Alteraciones del metabolismo y de la nutrición como la hiponatremia (falta de sodio).
- Trastornos psiquiátricos como la confusión, depresión, desenmascaramiento de depresión, el cambio de la libido (deseo sexual), disminución de orgasmos. Desinhibición, euforia, ideas e intentos de suicidio, reacciones paradójicas como ansiedad, agitación, excitación, hostilidad, agresividad, furia, alteraciones del sueño/insomnio, deseo sexual y alucinaciones.
- Alteraciones del sistema nervioso como sensación de ahogo, ataxia (descoordinación motora y problemas en el habla), mareos, temblor, disartria (dificultad para articular palabras), dolor de cabeza, convulsiones, amnesia, coma, alteraciones de la atención/concentración, trastorno del equilibrio.
- Trastornos oculares como problemas visuales (visión doble y visión borrosa).
- Trastornos del oído y del laberinto como vértigo.
- Alteraciones vasculares como hipotensión (disminución de la presión sanguínea).
- Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos como insuficiencia respiratoria, apnea, empeoramiento de la apnea del sueño. Empeoramiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Trastornos gastrointestinales como náuseas o estreñimiento.
- Trastornos hepatobiliares como ictericia (coloración amarillenta del blanco del ojo y de la piel).
- Alteraciones de la piel y del tejido subcutáneo como angioedema (hinchazón bajo la piel de la lengua, glotis o laringe que puede producir una obstrucción de las vías respiratorias que puede ser mortal) o alopecia (caída del cabello).
- Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo como debilidad muscular.
- Trastornos del aparato reproductor y de la mama como impotencia.
- Alteraciones generales y alteraciones en el lugar de administración como sensación de ahogo, astenia (fatiga, cansancio) o hipotermia (disminución de la temperatura del organismo).
- Exploraciones complementarias como aumento de la bilirrubina, aumento de las transaminasas y aumento de la fosfatasa alcalina (enzimas del hígado).
Frecuencia de aparición
- Muy frecuentes: al menos 1 de cada 10 pacientes
- Frecuentes: al menos 1 de cada 100 pacientes
- Poco frecuentes: al menos 1 de cada 1.000 pacientes
- Raras: al menos 1 de cada 10.000 pacientes
- Muy raras: menos de 1 de cada 10.000 pacientes
- Frecuencia no conocida: no puede estimarse a partir de los datos disponibles