El maltrato a los mayores, una realidad ignorada
Todo lo que debes saber sobre el maltrato: tipos, cómo detectarlo, dónde denunciar
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Tras el revuelo causado por el caso de los Nogales a principios del pasado mes de abril, en el que tres trabajadores fueron denunciados por la Fiscalía por un presunto caso de trato vejatorio a dos residentes, se ha vuelto a situar en la agenda pública el problema del maltrato a los mayores en las residencias. Todos han reaccionado: familiares, trabajadores, administración, ya fuese local, autonómica o estatal, e incluso tomó cartas en el asunto el Defensor del Pueblo.
Pero los Nogales no sólo ha servido para cuestionar la profesionalidad de tres auxiliares, sino que también destapó otro tipo de conducta inapropiada, demasiado común en las residencias: el maltrato institucional.
Falta de personal
Así, las famosas ratios, es decir, el número de personal por residente, se han demostrado insuficientes para dar una correcta atención a los mayores. Y no lo dicen sólo los trabajadores o los familiares, también lo hizo el propio Defensor del Pueblo en su Informe Anual de 2018.
En relación con la escasez de profesionales, fue muy sonado a principios de mayo el caso de la Residencia de Alcorcón cuyos residentes contaban sólo con un auxiliar para 20 personas, algo que ciertamente podría resultar lesivo para la salud de los mayores. "Duchamos a los mayores residentes un día a la semana", afirmaba una trabajadora a 65Ymás.
Además, hubo un cambio considerable tras la aparición de este caso, y es que no sólo fueron los familiares los que se quejaron de la situación sino que la denuncia vino de los propios trabajadores del centro. De tal manera que, sabiendo que podrían sufrir represalias, decidieron dar el paso y denunciar a la Comunidad de Madrid por los peligros para los mayores de tener tan poco personal.
Nutrición
Por otro lado, programas como ¿Te lo vas a comer? de Alberto Chicote han servido para destapar que muchos residentes no están correctamente nutridos. Asimismo, otra vez, la causa de que esto suceda vuelve a estar relacionada con la dejadez de la administración, que repercute en la falta de recursos y con que casi siempre se opte por la oferta más barata y no se guía, en la mayoría de casos, por criterios de calidad-precio, olvidándose, parece, de que los residentes también han pagado, mediante impuestos, el servicio que hoy se les ofrece como un supuesto "derecho".
La administración
En cuanto a las reacciones de los gestores, es decir las Comunidades, cabe destacar que tardan en hacerlo. En el caso concreto de la Comunidad de Madrid, pudo parecer que con el caso de los Nogales se iba a tomar cartas en el asunto pero, aunque se abrieron expedientes, no llegaron a romper su relación con el grupo.
Asimismo, en relación con los centros 100% públicos, la administración parece, según los familiares, echar balones fuera cada vez que suceden estos casos tan mediáticos. Es decir, se comprometen a hacer alguna mejora pero, otra vez en opinión de los parientes de los residentes, intentan acallar el ruido y tratan de mantener las quejas en la penumbra.
Además, no sólo es un fenómeno madrileño. Como bien recomienda el informe del Defensor del Pueblo (@DefensorPuebloE): las comunidades deben ofrecer una información más transparente y mejorar "el mecanismo de recopilación de datos, de forma que se pueda contar con estadísticas fiables y actualizadas".
De igual manera, tal y como reclama este organismo, basándose en las alrededor de 100 quejas que recibe al año de familiares, trabajadores y usuarios, se deben hacer inspecciones más en profundidad y dar una mayor formación a los encargados de hacerlas.
Por otra parte, que los familiares puedan ejercer un mayor control puede ayudar a detectar y frenar posibles situaciones de maltrato, como bien apunta el presidente de la Asociación de familiares de residentes y trabajadores en Residencias de Mayores (@pladigmare), Miguel Vázquez.
Pasos en la buena dirección
No obstante, aunque siguen siendo muchos los casos de maltrato en residencias y no hay semana en la que los familiares no se quejen de la atención recibida, es verdad que en algunos centros públicos, concertados y privados han decido tomar nota y tratar de adecuarse al modelo de Atención Centra en la Persona, propugnado por las organizaciones de mayores.
Es algo positivo pues, que hoy un gran número de residencias entiendan que va en su beneficio tratar a sus residentes como sujetos de derechos y de dignidad y no como personas "institucionalizadas".