La XXII edición del festival de fotografía PHotoESPAÑA, que se celebra entre el 5 de junio y el 1 de septiembre de 2019 en Madrid, incluye varias exposiciones que invitan a abrir los ojos al pasado, a la Guerra Civil Española. Una herida aún no cicatrizada en la sociedad española, como demuestra el debate abierto con la exhumación de Franco y el reciente auto del Tribunal Supremo paralizándola para "evitar el perjuicio que se causaría a los recurrentes" y refiriéndose al dictador como "Jefe de Estado" desde 1936 sin hacer referencia alguna al golpe de Estado que perpetró, ni a la contienda ni tampoco a la represión ejercida tras la misma contra quienes cuestionaban al régimen franquista.
Una de esas exposiciones es la del fotógrafo oscense Luis Areñas que lleva por título Los Últimos. Retratos y testimonios de la Guerra Civil Española. Durante dos años, Areñas ha peregrinado por pueblos y aldeas en busca de personas supervivientes de la contienda en un intento de entender una guerra atroz. Su afán durante este tiempo ha sido poner rostro a los últimos combatientes que participaron en la guerra y a mujeres que la vivieron. Se trata de un trabajo que nació de una situación personal muy concreta del fotógrafo puesto sus padres tuvieron que huir de la dictadura franquista a Francia donde nació en 1967, en París, aunque se formó como tal en Nueva York, y su abuelo murió durante el conflicto en Quinto, un pequeño pueblo que hoy en día cuenta con poco más de 2.000 habitantes a 40 kilómetros al sureste de Zaragoza. Precisamente para rendir homenaje a su abuelo y a todos los que como él cayeron combatiendo es por lo que el fotógrafo ha llevado a cabo este proyecto retratando a los que lucharon en el frente y los que fueron testigos de ello.
¿Dónde estaban? ¿Quiénes eran? ¿Qué significó la guerra para ellos? Esta eran las preguntas a las que Luis Areñas buscaba respuesta durante esos dos años en los que ha logrado fotografiar a algunos de los últimos combatientes que participaron en la guerra y a mujeres que la vivieron. ¿Cómo rendir homenaje a todos los que cayeron en esta guerra? ¿Dónde estaban? ¿Quiénes eran? ¿Qué significó la guerra para ellos? Estas y otras han sido las preguntas que han provocado que Luis Areñas haya recorrido los pueblos de España durante dos años, donde ha conseguido fotografiar a algunos de los últimos combatientes que participaron en la guerra y a mujeres que la vivieron.
Estos rostros muestran a personas hoy ancianas que un día fueron la juventud de España. La mayoría de ellas tenían entre diecisiete y dieciocho años. Movido por motivos personales —su abuelo murió fusilado—Areñas ha dado un paso más allá, y ha rescatado del olvido los últimos rostros y los testimonios de aquellos hombres y mujeres. El tiempo ha podido alterar los recuerdos, pero la memoria mantiene intacta la intensidad de las emociones, permitiendo entender esta guerra atroz que todavía hoy se manifiesta como un perturbador fantasma.
Maestro del retrato, las imágenes captadas por Areñas nos acercan a rostros que nos muestran a personas hoy muy mayores que un día fueron la juventud de España. La mayoría de ellas tenían entre diecisiete y dieciocho años cuando estalló la guerra. Areñas ha rescatado del olvido los últimos rostros y los testimonios de aquellos hombres y mujeres. El tiempo ha podido alterar los recuerdos, pero la memoria mantiene intacta la intensidad de las emociones, permitiendo entender esta guerra atroz que todavía hoy se manifiesta como un perturbador fantasma.
La muestra, organizada por la Sociedad Municipal Zaragoza Cultural, podrá visitarse del 18 de julio al 15 de septiembre en el Centro de Historias de la capital aragonesa.
