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El investigador Jean-Pierre Sauvage (París, 1944), premio Nobel de Química 2016 y uno de los padres de las máquinas moleculares, ha sido investido doctor 'honoris causa' por la Universitat Politècnica de València (UPV) y ha lamentado la diáspora del talento científico que se ha producido en España: "Europa se ha beneficiado tremendamente de ello".
"En Francia numerosos centros han acogido con los brazos abiertos a los investigadores españoles, a sabiendas de que es gente de excelente nivel y altamente cualificada. Pero soy consciente de que es una circunstancia triste para ellos", ha indicado.
A los que están empezando una carrera investigadora, Sauvage les ha recomendado que se diviertan con lo que hacen: "Si no lo pasan bien con la ciencia, les sugeriría que se dedicaran a otra cosa". Además, ha lanzado otros dos consejos: "Les diría que no dejen de aprender, que lean, que asistan a conferencias, que se interesen no solo por los avances de su especialidad, sino que tengan curiosidad un poco por todo".
En la rueda de prensa previa a la ceremonia, Sauvage ha declarado que estaba muy contento por este reconocimiento, ya que tiene "una conexión muy especial con la UPV". Y es que la vicerrectora María Consuelo Jiménez fue discípula de Sauvage de 1998 a 2000 en la Universidad de Estrasburgo, gracias a una beca Marie Curie.
Nobel de Química en 2016
Según sus maestros, Sauvage ha sido un investigador original y creativo. Fan de Jimi Hendrix y de Japón, Sauvage fue galardonado con el premio Nobel de Química 2016 junto a James Fraser Stoddart y Bernard Lucas Reinga por la síntesis de las "máquinas moleculares".
Se trata de conjuntos de moléculas capaces de ponerse en marcha de forma controlada a partir de un estímulo (una señal de luz, un impulso térmico o eléctrico) y que pueden reproducir en escala nanométrica los movimientos de rotación, traslación y contracción.
Preguntado por las aplicaciones que todo ello puede tener en el futuro, Sauvage se ha mostrado categórico: "La ciencia básica es el origen de todo. Si miramos el entorno, los equipos informáticos, los avances médicos, todo parte de una investigación básica. Hoy por hoy, el hallazgo de las máquinas moleculares ya ha generado nuevos materiales como son los films inteligentes.
A corto plazo, en medicina, se abren posibilidades muy emocionantes: las máquinas moleculares podrán viajar en la sangre para transportar fármacos hasta un objetivo concreto (una célula maligna, un virus o una bacteria) y liberar allí su carga. Hay trabajos muy prometedores".