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Cientos de miles de personas mayores en España ya han recibido la vacuna contra el coronavirus, lo que, sin duda, se ha convertido en un emotivo capítulo en sus vidas por lo que significa: poder recuperar la normalidad después de un año tan duro en el que han tenido que vivir alejados de sus seres queridos. Sus familiares también guardarán para siempre ese momento en el que sus padres o abuelos reciben la inyección que pone fin a la pesadilla. Pero la emoción es aún mayor si eres tú el que proporciona esa inmunidad a tu abuelo o abuela.
Este es el privilegio que están teniendo contados sanitarios durante este proceso de vacunación. Enfermeros encargados de vacunar contra el coronavirus que pueden presumir de ser ellos mismos los que ponen esa dosis a sus abuelos, multiplicando la alegría del esperado momento. Desde que comenzara la vacunación en España hemos sido testigos de algunos casos así.
Por ejemplo, Laura, una enfermera de 23 años. La causalidad quiso que el pasado febrero tuviera la inmensa suerte de vacunar a su propio abuelo, Isidoro, de 89 años, en un centro de salud de Mairena del Aljarafe (Sevilla). "Como me duela te enteras", le advirtió él a su nieta, a la que al principio no reconoció por la mascarilla y de la que aseguró que era la "mejor" persona que podía vacunarle. Ninguno de los dos pudo contener la emoción de vivir, juntos, ese momento tan deseado. "Se nos saltaron las lágrimas a todos. No vamos a olvidar este día", contaba ella.
Esta misma semana también leíamos en el Ideal el caso de Pilar, una sanitaria granadina de 28 años que pudo cambiar el turno para para poder administrarle la segunda dosis a Gerardo y Ana, sus abuelos, de 85 y 86 años, respectivamente. Fue en el centro de salud Albayda La Cruz de la capital granadina y la joven reconoce que al hacerlo se le saltaron las lágrimas. "Después de todo el miedo que hemos pasado... Han sido muchos meses sin vernos, o haciéndolo de lejos, y pensar que ya queda menos para abrazarnos y que se nos devuelva esa cercanía es muy emocionante", explica.
Para los dos protagonistas fue también un día especial. El abuelo de Pilar, lleno de orgullo, le comentó a los otros sanitarios y a los que aguardaban en la sala de espera que era su nieta la que les inmunizaría. "Es muy gracioso, les decía que su nieta es enfermera, que los iba a vacunar y que es algo que no debe pasar mucho", asegura Pilar. Por su parte, a la abuela Ana le dolió un poco el brazo tras el pinchazo, pero también está muy contenta. Y ninguno de ellos ha tenido efectos secundarios. "Somos una familia muy unida, nos solemos juntar mucho y llevamos ya un año sin hacerlo", explica la enfermera.
▶ #Granada Hay quienes dicen que ya no es necesario sonreír en las fotos. Y tiene sentido, hasta que observas la imagen de la enfermera granadina Pilar González vacunando a sus propios abuelos. Esta es su historia
— ideal_granada (@ideal_granada) March 24, 2021
✍ Informa @Laurita5135https://t.co/2FLG5tXYvJ
Otro caso igual a los anteriores lo hemos encontrado en las últimas horas en Twitter. Un estudiante de enfermería ha publicado en esta red social el orgullo y la emoción que le ha producido poder vacunar a su abuelo. Julián está estudiando en Castellón y le ha tocado hacer las prácticas justo en el centro de salud al que corresponde su abuelo, de más de 80 años.
"Vacunar del Covid-19 a mi abuelo es una de las cosas más grandes que me ha pasado nunca", dice este joven en su publicación, junto a una foto del momento de la vacunación y otra con su abuelo sosteniendole en brazos cuando él era niño.
Vacunar del COVID-19 a mi abuelo es una de las cosas más grandes que me ha pasado nunca ? pic.twitter.com/OpsB69qJPO
— J ø (@JuliArrufat11) March 24, 2021