En estos países está mal visto dejar propina

Muchas personas hemos normalizado terminar de comer en algún restaurante y dejarle un pequeño porcentaje de la cuenta al camarero que nos ha atendido. Lo solemos ver como un acto de agradecimiento y respeto hacia la atención y el trabajo realizado por dicha persona.

Si bien no es algo obligatorio, existen países como Estados Unidos que es algo muy recomendable y habitual en el día a día de los restaurantes. En el país norteamericano el comensal suele dejar el 15% de propina al camarero que los atendió, o incluso una cantidad mayor si la atención ha sido muy buena.

Por el lado contrario, existen lugares donde esa tradición prácticamente no existe, e incluso lo pueden llegar a tomar como una falta de respeto y provocar el enfado del camarero o de la persona que te atendió. Es por eso de la importancia de investigar sobre la cultura de cada país antes de viajar y llevarse una ingrata sorpresa.

Uno de los principales ejemplos es Japón, donde prácticamente nadie suele dejar propinas en restaurantes o bares. Además, los japoneses con pensamiento más tradicional suelen considerar la propina como un acto de desprecio hacia la persona que te atiende. No es normal que un establecimiento espere que dejes una propina después de consumir sus productos.

Otro ejemplo en el continente asiático lo podemos encontrar en China, donde el hecho de dejar propina no es visto con buenos ojos. Para muchas personas, es visto como un acto de querer demostrar superioridad sobre alguien, por lo que al dejarle un dinero extra a un camarero estarías tratando de colocarlo en una posición sumisa.

Pasando al lado de Europa, Dinamarca es otro de los países donde dejar propina no es algo normal entre la población. Normalmente, la cuenta en los restaurantes daneses ya incluye el servicio en el precio final, por lo que dejar propina sería algo redundante. Por otro lado, los países escandinavos suelen ofrecer sueldos altos en el sector de la restauración y hostelería, por lo que los trabajadores no suelen necesitar o esperar una propina por parte de los comensales.