Una enfermera gana la lotería, pero no dejará su empleo: "Nuestro trabajo no puede posponerse"

La pandemia ha puesto en evidencia el trabajo tan importante que realizan todos los profesionales sanitarios, especialmente los que trabajan en primera línea, que se han convertido en uno de los protagonistas de esta crisis sanitaria. 

Uno de estos profesionales es Louise Drake, una efermera de 47 años. Drake recibió una buena noticia: ella y su marido habían ganado 5,1 millones de libras en la lotería, unos 6 millones de euros. Una cifra tan elevada que muchos se plantean dejar de trabajar. Pero no es el caso de la enfermera, que ya ha adelantado que seguirá al pie del cañón, ya que "es muy importante".

Su marido dejará de trabajar

El sorteo del 28 de julio ha cambiado la vida de este matrimonio, que de la noche a la mañana se dieron cuenta de que eran millonarios. La reacción de ambos ha sido muy diferente: Paul ha dejado su trabajo de operador logístico en Lidl, mientras que la enfermera no ha dudado ni un segundo en seguir al lado de sus pacientes.

Según ha explicado a EdinburghLive, durante la pandemia estuvo trabajando en la comarca escocesa de West Lothian, y reconoce que su profesión es importante: "Ha sido muy, muy difícil y nuestro trabajo no es algo que pueda posponerse".

Drake ha explicado que "estamos tratando con personas en sus propios hogares que, a menudo, necesitan visitas diarias, pero también con personas que están con cuidados paliativos al final de la vida. Así que no tienes más opción que ponerte todo tu equipo de protección personal y seguir adelante".

Un sabor agridulce

A la enfermera le gustan los juegos de azar desde que era muy joven, y siempre tuvo la sensación de que algún ganaría la lotería. Y así fue: su marido descubrió que había ganado la lotería, una "sensación molesta", reconoce Drake. Cuando su marido se enteró estaba a punto de recoger a dos compañeros de trabajo para llevarlos en su coche.

En ese momento "simplemente, rompí a llorar", asegura Paul, que en ese momento volvió a casa gritando y despertó a su mujer para contárselo, antes de volver al coche e irse con sus compañeros: "los chicos que llevé al trabajo sabían que algo estaba pasando y que estaba actuando de manera extraña, así que no pasó mucho tiempo antes de que la gente lo adivinara. Nuestros amigos, familiares y colegas están encantados con nosotros, están realmente contentos, lo cual es genial".

Paul es un gran aficionado al golf y es a lo que dedicará gran parte de su tiempo, además de pagar la hipoteca, y comprarse "un Porsche o un Range Rover". Mientras Louise seguirá trabajando.