La prevalencia de la demencia está disminuyendo entre las personas mayores de 65 años en Estados Unidos, cayendo 3,7 puntos porcentuales entre 2000 y 2016. Así lo revela un nuevo estudio de RAND Corporation, titulado "Tendencias en las desigualdades en la prevalencia de la demencia en los EE.UU." y publicado en la última edición de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
En concreto, en ese periodo, la prevalencia de la demencia en las personas mayores de 65 años disminuyó del 12,2% al 8,5%, en especial entre el año 2000 y 2004, lo que supone un descenso de casi un tercio respecto al nivel de 2000
Igualmente, se redujeron las diferencias en la prevalencia de la demencia entre los hombres negros y los hombres blancos de etnia no hispana en este periodo, en 7,3 puntos porcentuales en los hombres negros frente a los 2,7 puntos porcentuales en los hombres blancos.
Por su parte, la prevalencia de la demencia fue mayor entre las mujeres que entre los hombres, excepto entre los años 2000 y 2016, cuando disminuyó en 3,2 puntos (del 10,2% al 7%) en los hombres y en 3,9 puntos porcentuales (del 13,6% al 9,7%) en las mujeres.
Según el autor principal del estudio y economista de RAND, Peter Hudomiet, las razones para esta disminución "no son seguras, pero esta tendencia es una buena noticia para los estadounidenses mayores y los sistemas que los respaldan", ya que "puede ayudar a reducir la tensión esperada en las familias, los hogares de ancianos y otros sistemas de apoyo a medida que la población estadounidense envejece".
Los investigadores recuerdan que, ya que la edad es el factor de riesgo más fuerte para la demencia, "se ha pronosticado que el aumento de la esperanza de vida aumentará sustancialmente la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas de alrededor de 50 millones a 150 millones en todo el mundo para 2050".
En 2021, cerca de 6,2 millones de mayores estadounidenses vivían con demencia. Sin embargo, señalan que cada vez hay más pruebas de que su prevalencia "ha disminuido en los países desarrollados", por diferentes razones, como el aumento de los niveles de educación, un mejor tratamiento de factores de riesgo cardiovascular y una reducción del tabaquismo.
La educación fue un factor importante
Para el estudio se empleó un "modelo novedoso" para evaluar el estado cognitivo de más de 21.000 personas que participan en el Estudio Nacional de Salud y Jubilación, una encuesta que se lleva realizando más de veinte años. Este modelo aumenta la precisión de la clasificación de la demencia a partir del uso de la dimensión longitudinal de los datos y está equipado para producir estimaciones "precisas" de la prevalencia de la demencia por edad, sexo, educación, raza y etnia.
Así, el estudio detectó que la educación fue "un factor importante" en cuanto a esta disminución de la demencia, explicando en torno al 40% de la reducción entre los hombres y el 20% entre las mujeres. "Las tendencias en el nivel de educación difieren entre los grupos demográficos, lo que puede afectar las diferencias en la prevalencia de la demencia en el futuro", explican.
"Cerrar la brecha educativa entre los grupos raciales y étnicos puede ser una herramienta poderosa para reducir algunas desigualdades de salud y diferencias de demencia en particular, un objetivo importante de la política de salud pública", comentaba Hudomiet.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.