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"Qué poco cuesta ser amable con los demás, así como es Teresa... y más con aquellas personas que por diversas circunstancias se encuentran solas y necesitan una muestra de cariño, un ratito de charla y comprensión. No sabemos lo que hay detrás de cada persona y la historia", ha escrito en su cuenta de Twitter Amparo, clienta de una cafetería en la que fue testigo de un hecho enternecedor.
Hoy llegué más temprano, y al poco rato llegó.
— Amparo (@Amparito51043) September 1, 2021
No voy a diario, pero él sí, por eso es normal que coincidamos.
Venía como siempre, con su camisa bien planchada y sus pantalones de pinzas, sus castellanos brillantes, su cabello blanco, limpio y peinado.
Camina despacio...
A través de la red social, Amparo nos ha introducido en la vida de Juan, una persona mayor y jubilada que a diario visita la misma cafetería que ella frecuenta. La mujer de Juan murió hace un par de años y él vive solo pero con una sonrisa que a diario le arranca su camarera.
Cuando Amparo coincide con Juan repara siempre en el cariño con que le atiende Teresa, la camarera. "Viene a desayunar, y prefiere que yo le sirva, lo cual hago con gusto porque dice que nadie le prepara el café tan bien como yo", dice Teresa.
Teresa no comprende como las hijas de Juan no pasan más tiempo con él porque "no está bien de salud, aunque cada mañana se esfuerza por levantarse y salir de casa, ese rato que pasa en la cafetería le hace bien, se siente acompañado y le gusta charlar con otros clientes conocidos", cuenta la camarera.
"Lo cariñosa que eres con este pobre viejo"
Le hace tanto bien ese rato del café y el cariño y las atenciones de Teresa que Juan quiso agradecérselo. Explica Amparo que un día, al pagar, otra de las camareras le pidió que no se fuese aún porque era el cumpleaños de Teresa y Juan quería sorprenderla.
Yo desde el otro extremo, observo la escena, y la escucho reir mientras vuelve a la barra diciéndole que ahora mismo le trae lo suyo.
— Amparo (@Amparito51043) September 1, 2021
Al pasar por mi lado, y en voz baja, me dice: "le tengo cariño, es un señor muy educado, se quedó solo hace un par de años y cada mañana...
Cuando por fin apareció Teresa, empleados y clientes del bar cantaron cumpleaños feliz y Juan le dio su regalo. "Teresa no lo esperaba, se emocionó tanto que hasta dejó caer alguna lágrima por su rostro", relata Amparo.
"Gracias, Tere, te agradezco enormemente el trato que me dedicas y lo cariñosa que eres con este pobre viejo, te deseo todo lo mejor en esta vida, hija", le dijo Juan a Teresa mientras la obsequiaba con un bote de perfume.
La caricia más hermosa
Amparo no pudo entonces contenerse y se acercó a Juan para decirle que era todo un caballero por haber tenido ese gesto a lo que él contestó: "No, hija, gestos los que ella tiene a diario conmigo, esa muchacha me regala cariño y compañía, siempre me pregunta por mi salud y se ha ofrecido a acompañarme al médico en varias ocasiones... sé que lo dice de corazón y yo no puedo estar más agradecido... ella vale su peso en oro, ojalá fuera hija mía".
marcharme decidí acercarme a don Juan y le dije: Ha tenido un gesto precioso con Teresa, es un usted un caballero.
— Amparo (@Amparito51043) September 1, 2021
Él me mira y me contesta: "No, hija, gestos los que ella tiene a diario conmigo, esa muchacha me regala cariño y compañía, siempre me pregunta por mi salud...
Y es que "a veces, solo basta con regalar algo que para otro puede ser el mejor de los presentes: La atención. Y es que la atención es la caricia más hermosa que podemos ofrecer", explica Amparo.