Epidemiólogos advierten a los mayores: "¡No te quites la mascarilla!"

La mascarilla ya no es obligatoria en los espacios exteriores en España.​ Tras más de un año en el que, legalmente, debía ponerse en todo contexto, ya fuese en el campo, en la playa o en medio de una calle concurrida, este sábado 26 de junio, el Gobierno Central ha querido flexibilizar esta restricción limitándola a supuestos muy tasados –aglomeraciones o cuando no se pueda mantener una distancia de 1,5 metros–. Eso sí, se mantiene su obligatoriedad en interiores como pueden ser el transporte público, comercios, cines, oficinas y un largo etcétera de situaciones. 

Así, se trata de una medida que puede enmarcarse dentro del proceso de desescalada ante el avance de la campaña de vacunación –más del 50% de la población en edad de hacerlo se ha inyectado una dosis– y el descenso de los casos –ahora estabilización– que, poco a poco, acerca a España,​ si todo evoluciona como se prevé, a la ansiada normalidad.

Además, existen razones científicas que avalan que, en zonas bien ventiladas, las probabilidades de contagio bajan respecto a los entornos cerrados. Por ello, esta medida, en principio y si se cumpliese a rajatabla, no debería tener mucho impacto en la incidencia acumulada. 

Varios expertos piden prudencia a los mayores

Sin embargo, se trata de una decisión que también tiene detractores, puesto que la obligatoriedad de la mascarilla se adoptó, en su momento, para fomentar el uso de este medio de protección personal –no en todos los países europeos se aplicó– y, su suspensión, podría generar una mayor relajación social, cosa que, tras un año y medio de restricciones, con gran parte de la población vacunada, con los hospitales mucho más descongestionados y las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, podría ser inevitable de todos modos. 

Por ello, los expertos consultados por 65Ymás se muestran cautos con adoptar cualquier medida de relajación antes de que se alcance la inmunidad de grupo, y piden cautela a la población, sobre todo, a los más mayores que, aunque estén vacunados –más del 90% con una dosis–, podrían, en parte, no haber generado la protección necesaria para evitar posibles contagios que también se producen al aire libre, aunque en menor medida.

Con todo, como apuntaba este lunes el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, en respuesta a 65Ymás, el uso de la mascarilla siempre estará permitido, lo que se ha eliminado, es su obligatoriedad. "A veces, y me lo aplico también a mí, nos pensamos que, cuando algo está permitido, hay que hacerlo. Si alguien quiere seguir llevando la mascarilla, bienvenido sea. No quiere decir que te la tengas que quitar obligatoriamente. La gente tiene que entender que, cuando sienta que hay demasiada gente a su alrededor o cuando sienta que hay algún riesgo de transmisión, se la puede poner tranquilamente, y no pasa nada", señalaba en rueda de prensa Simón. 

Y añadía: "Las personas mayores están vacunadas. Ahora mismo, lo que no tienen que tener es miedo, sí que tienen que ser prudentes, como son nuestros mayores, normalmente. Están vacunados y, en general, protegidos. Eso sí, es verdad que hay un porcentaje de ellos, pequeño, un 10%, que con la pauta completa no han generado inmunidad. Por tanto, las personas mayores que son más vulnerables no está de más, estando al aire libre, en situaciones, entiendo, de aglomeración o que ellos consideren que hay riesgo, que lleven una mascarilla en el bolsillo. Creo que ese punto es importante para todos: una mascarilla no pesa nada, se puede llevar en el bolsillo y viene bien". 

En ese mismo sentido opina el investigador de la Universidad de Leicester (Reino Unido), Salvador Macip (@DrMacip). "Las mascarillas al aire libre tienen un impacto relativo en la transmisión del virus, ya que la mayoría de contagios se ven en espacios cerrados. Aprovechando que es verano, es un buen momento para eliminarlas, siempre que se pueda mantener una distancia de seguridad. Lo importante es recordar que no hay que relajarse, especialmente en interiores", sostiene.

 

Por su parte, la inmunóloga del CSIC Matilde Cañelles (@CanellesMatilde) entiende que "al aire libre, si no hay ningún no conviviente cerca, yo creo que se la pueden quitar todos".

"Pero hay que tener cuidado de la cercanía con otros no convivientes sin mascarilla. Personas que tengan problemas para desarrollar respuesta inmune (mayores de 80 años, personas inmunocomprometidas por patología o tratamiento) deben tener cuidado extremo con esto de la distancia, independientemente de estar vacunadas o haber pasado enfermedad", recomienda.

Las mascarillas seguirán con nosotros mucho tiempo

"Las mascarillas van a seguir con nosotros durante mucho tiempo. Otra cuestión es que no sea obligatoria en espacios abiertos y al aire libre. Hay que seguirla manteniendo en lugares cerrados (centros comerciales, laborales, oficinas, sanitarios, etc.) y cuando no se pueda mantener la distancia entre personas no convivientes. El virus y sus nuevas variantes siguen transmitiéndose de manera comunitaria. Pero los paseos y el ejercicio físico al aire libre son muy estimulantes y positivos para la salud. Sólo hay que evitar las concentraciones y los lugares cerrados durante mucho tiempo a fin de evitar contagios. Además, las vacunas han demostrado su valor preventivo contra la enfermedad de la COVID-19: las personas vacunadas disminuyen su capacidad como contagiadores o diseminadores del coronavirus", argumenta la médica especializada en Salud Pública, María Sáiz.

Por esta razón, la sanitaria propone que "las personas mayores con patologías crónicas muy avanzadas o que tengan disminuidas sus capacidades inmunológicas" sigan evitando "lugares de concentraciones humanas".

En cuanto al resto de ciudadanos, prosigue, no deberían tener problemas a la hora de quitarse las mascarillas. "El aire libre es muy saludable para todas las personas, porque les anima a seguir adelante, a pesar de los miedos lógicos de quitarse las mascarillas, al principio", comenta.

Los mayores no deberían quitarse la mascarilla

Finalmente, el epidemiólogo y exdirectivo de la OMS, Daniel López Acuña (@lopezacunad), se muestra más prudente que el resto de sus compañeros de profesión y entiende que no era el momento de tomar esta decisión. 

"Desde mi punto de vista, levantar la obligatoriedad del uso de la mascarilla espacios al aire libre es una medida prematura e imprudente mientras la incidencia siga siendo alta y la proporción de personas vacunadas con pauta completa siga siendo todavía baja (30%)", argumenta. 

Así pues, indica, "los mayores no vacunados deben ser muy prudentes y deben seguir usándola". "Todavía hay un porcentaje de perdonas de 60 a 69 años (70% de ese grupo de edad) que no han recibido la pauta completa y se sabe que la efectividad de la vacuna ante la cepa delta (india), cuando solo se ha recibido una dosis de AstraZeneca, ronda el 30%", advierte.

"Yo tengo la pauta completa, tengo 66 años y seguiré usando la mascarilla en exteriores. Además, recordemos que la vacuna protege contra la severidad, la hospitalización y la muerte pero no elimina el riesgo de infección y de contagio. Y una ultima consideración. El retiro de la obligatoriedad de la mascarilla debería matizarse y decirse que siempre y cuando se respete la distancia física y no se incurra en aglomeraciones. No se trata de un cheque en blanco", concluye.