Los divorcios influyen en las herencias más de lo que a priori se puede pensar. En los casos en los que el matrimonio siguiera junto en el momento que uno de los miembros fallezca, la otra persona tiene derecho a un tercio de la herencia si hubiera descendientes, a la mitad si no los tuviera, y a dos terceras partes si tampoco hubiera ascendientes vivos, además del tercio de libre disposición.
Sin embargo, si una pareja se divorcia, es importante realizar un testamento para que no haya problemas en un futuro. Lo primero que pasa cuando una pareja se divorcia es que dejan de ser herederos forzosos, y por lo tanto ya no participarán en la repartición de bienes.
“Si el divorcio se produce sin que los cónyuges hicieran testamento y acontece el fallecimiento de uno de ellos, la cuestión tendrá una solución fácil, dado que el superviviente no será heredero forzoso del difunto”, explica a Idealista el abogado Salvador Salcedo, socio del bufete Ático Jurídico.
Por eso, si se redacta un testamento antes de la separación, éste se anularía. Así lo establece el Tribunal Supremo en sentencia de 28/09/2018, donde se establece que el documento pierde su valor porque se redactó cuando la persona fallecida seguía con su pareja: "La Sala del Tribunal Supremo consideró “ineficaz la disposición testamentaria realizada a favor del cónyuge, por entender que el cambio de circunstancias (es decir, el divorcio) hizo desaparecer el motivo determinante por el que se testó a favor del cónyuge”, explica el abogado al portal.
Cuando los hijos son menores
La validez del documento no es lo único a tener en cuenta. Si existen hijos es necesario elaborar un nuevo testamento para dejar claro que se quiere que ellos sean los herederos. Aquí el problema aparece cuando uno de los dos miembros de la pareja fallece y los hijos son menores de edad, ya que será el otro progenitor quién asuma la administración de la parte de la herencia que les corresponda, y por tanto podrá hacer uso de los bienes. Es decir, que si los menores heredan una vivienda, el progenitor puede alquilarla o vivir en ella.
En este caso lo que puede hacerse es nombrar un tutor de los menores, una albacea o un administrador de los bienes hasta que los hijos cumplan la mayoría de edad, y así evitar que la anterior pareja administre estos bienes.
Porque lo que más interesa en estos casos es dejar claro que no se quiere que la persona de la se divorció tenga poder sobre los bienes. En el testamento también se puede añadir la voluntad de que los menores sigan teniendo contacto con la familia del fallecido, y fijar un régimen de visitas.
“El notario podría exigir la renuncia expresa del excónyuge designado como heredero. Una circunstancia que puede ser causa de no pocos conflictos si concurre a la herencia con los ascendientes de su difunto esposo con independencia de que pueda considerarse ineficaz la disposición testamentaria realizada a favor del cónyuge antes del divorcio”, concluye el abogado.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.