Intempo, así se llama el rey de los rascacielos de Benidorm. El edificio residencial más alto de Europa tiene dos torres de 198 metros cada una. En sus 45 plantas se distribuyen las 256 viviendas, y está coronado por un diamante comprendido entre las plantas 38 y 45, donde se encuentran las viviendas más exclusivas con vistas al exterior. En septiembre se inaugurará.
Con vistas excepcionales al Mediterráneo, las viviendas tienen desde uno a cuatro dormitorios, y 6.500 metros cuadrados de zonas comunes, entre las que se incluyen dos piscinas y gimnasio-spa. Una ubicación privilegiada a la Playa Poniente hacen del Intempo Residential Sky Resort un lugar único.
Con todo esto, es de esperar que el precio de estas viviendas solo puedan permitírselo unos pocos. Desde la primera planta a la 22, los apartamentos de entre 62 y 95 metros cuadrados tienen un precio de 257.000 euros los más baratos, y 341.000 los más caros. En estas plantas las vistas son menores.
A partir de la planta 23, las vistas son muy diferentes, y el mar empieza a ser mayoritario. En las viviendas ubicadas en la parte trasera las vistas también son muy buenas: el Puig Campana se puede ver desde ahí. En la zona intermedia (de la planta 23 a la 37) del rascacielos los precios oscilan entre los 367.000 euros y los 497.000 euros, en aquellos apartamentos de 95 metros cuadrados y dos dormitorios.
Experiencias de lujo
Uno de los principales objetivos de Intempo es "ofrecer las experiencias asociadas a un resort de lujo", y una de las grandes innovaciones de la promotora encargada de liderar el proceso, Unig Residential, es ampliar y mejorar las zonas comunes.
Respecto a la parte posterior del edificio, se completará mediante la construcción de una piscina de estilo playa y una piscina infantil, ocupando una superficie total de 4.300 metros cuadrados. En cuanto a la zona delantera, la planta terraza de la torre de poniente, albergará una zona para niños y en la misma línea, la torre de levante contará con un restaurante exclusivo para los propietarios.
Evidentemente las viviendas que se ubican en el diamante del hotel solo podrán permitírselas los bolsillos más privilegiados. Eso sí, las vistas son inigualables, y las viviendas cuentan con salones de más de 90 metros cuadrados. Un rascacielos al alcance de muy pocos.
Proyectada en el año 2006, el sueño de 47 plantas del empresario vasco José Ignacio de la Serna (Olga Urbana SL) encalló en la crisis del ladrillo y fue adquirido primero por la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la reestructuración bancaria (conocido como la Sareb), quien heredó en 2012 la deuda de 108 millones de Novacaixagalicia, la entidad que financió su construcción. En 2018 el fondo de inversión Strategic Value Partners (SVPGlobal) se hizo con el control del inmueble, y en septiembre se inagurará.