Llegan las vacaciones y con las altas temperaturas muchas personas buscan refrescarse en una piscina, en el océano o en algún lago. Para disfrutar un poco más la experiencia, algunos prefieren abrir los ojos debajo del agua para ver el fondo del mar o los objetos que puedas observar.
Debemos tener en cuenta que si bien parece algo muy tentador mientras estamos nadando, lo ideal es no abrir los ojos debajo del agua o en lo posible, utilizar lentes para nadar o lentes de buceo. El acto de abrir los ojos en el agua puede conllevar varios riesgos y peligros para nuestra salud ocular. Los lentes ayudarán a cubrir las partes más sensibles de tus ojos.
Uno de los riesgos principales es el cloro que encontramos en todas las piscinas. La doctora Muriel Schornack explica a Mayo Clinic los riesgos de este componente. ““El cloro es un desinfectante muy poderoso que, en realidad, daña las capas celulares externas que protegen la córnea”, indica.
Esto tampoco quiere decir que el hecho de abrir los ojos una vez vaya a ser dañino para tus ojos, pues el real problema llega cuando lo haces de manera prolongada, exponiendo tu salud ocular a los componentes que pueden estar en la piscina o el océano.
Entre los problemas principales se encuentran la irritación y la sequedad, ya que los productos químicos y las bacterias pueden afectar la capa protectora de lágrimas que cubre la superficie de los ojos. Esto genera infecciones y reducción de la visibilidad.
Por otro lado, el hecho de nadar en aguas desconocidas o en áreas donde puede haber diferentes objetos, aumenta el riesgo de poder golpear o rozar los ojos con rocas, plantas acuáticas o algún deshecho. Esto puede causar lesiones como rasguños en la córnea, por lo que siempre es recomendable utilizar lentes acuáticos.
Si bien los síntomas de abrir los ojos bajo el agua pueden ser incómodos, estos tienen muy poca duración. Sin embargo, se insiste en la recomendación de proteger tus ojos con unos lentes cada vez que uno vaya a nadar. Estos protegen la superficie delantera del ojo y evitan que elementos químicos ingresen y puedan dañar tu córnea y tu visibilidad.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.