Crean la 'Escuela de Familias' para formar sobre el envejecimiento de personas con síndrome de Down

La Federación Española de Síndrome de Down (Down España) ha creado la Escuela de Familias, una plataforma online con la que buscan formar a las familias en diferentes aspectos relacionados con la vida adulta y el envejecimiento de las personas con síndrome de Down. Con ella, los profesionales que atienden a estas personas también podrán aprender, compartir y reflexionar sobre la última etapa de vida de las personas con trisomía 21. 

"La vida activa y social son esenciales para el buen envejecimiento de las personas con síndrome de Down", explicaba Gonzalo Berzosa, experto gerontólogo y co-director de la Escuela de Familias en la última sesión, destacando la importancia de impulsar la presencia social de las personas con síndrome de Down, según recoge la Federación en un comunicado. 

Esta quinta sesión, que cerró el bloque dedicado a la sociabilidad y que tuvo lugar la semana pasada, se centró en la presencia social de las personas con síndrome de Down, concretamente en la visibilidad, los recursos de apoyo socioculturales y las experiencias de vida comunitaria. En ella también participó Carolina Jiménez, miembro del equipo profesional de apoyo a planes personales de la Fundación Apoyo e Inclusión Aprocor y Verónica Escudero, una mujer de 41 años, auxiliar de comedor y actriz, que vive en el Conjunto Residencial Las Fuentes de Fundación Apoyo e Inclusión Aprocor.

Sesión on line sobre la presencia social de las personas con síndrome de Down/ discapacidad intelectual👀
dentro de nuestra formación de la “Escuela de Familias Vida y Envejecimiento”. Resumen y acceso a la plataforma 👇🏼#sindromededown #inclusiónhttps://t.co/okHr8aaykG

— DOWN ESPAÑA (@DownEspana) May 29, 2023

Aquellas personas interesadas en inscribirse a la Escuela de Familias, que forma parte del programa Salud Down, que a su vez cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, pueden hacerlo en el siguiente enlace, en el que también es posible visualizar la última conferencia, así como las anteriores. 

Una vez inscritos, cada mes llegará a la dirección de correo electrónico que se haya facilitado un enlace para acceder a la sesión online de cada tema.

Buen envejecimiento de las personas con síndrome de Down

Durante la sesión, Berzosa destacó una serie de conceptos básicos sobre la importancia de la presencia social de las personas con discapacidad intelectual, explicando que "la vida adulta activa y relacionada son esenciales para el buen envejecimiento de las personas con síndrome de Down". 

"Por un lado, la vida adulta activa se fundamenta en la autonomía personal, que implica salud. Una persona sana es autónoma. Por otro lado, las relaciones, que son tan importantes, tienen como base la inclusión”, señaló.

En este sentido, afirmaba que es necesario tener en cuenta tres reflexiones para entender la importancia de la vida adulta en las personas con síndrome de Down: es probable que esta etapa sea "la más larga de su vida", "no hay inclusión sin vida social" y la necesidad de "modelos de identificación". 

"Además, no podemos olvidar que el ciclo vital incluye transitar por varias etapas y requiere una adaptación porque normalmente los cambios tienen resistencia. Necesitamos recurso con apoyo para poder superarla”, añadía. "La longevidad es una conquista social que implica dificultades y oportunidades y que se desarrolla en tres áreas: salud, sociabilidad y proyecto personal, que será el próximo bloque de la Escuela de familias". 

En este sentido, se destacó el trabajo y la experiencia de la Fundación Apoyo e Inclusión Aprocor, que atiende a más de 400 personas con discapacidad intelectual, poniendo el foco en las preferencias personales, intereses y necesidades de los usuarios, con la implementación de programas de presencial social.

Para ello, han creado una red de herramientas y recursos de apoyo individualizado. Verónica, de 41 años, es un ejemplo de esta inclusión e independencia en el complejo residencial Las Fuentes, donde personas con discapacidad intelectual y/o síndrome de Down pueden vivir de forma autónoma, con el apoyo de la Fundación, tal y como explicaron. 

"Estoy contenta, tengo muchos amigos y hago muchas cosas: cocinar, hago la compra… Me gustan los conciertos, los viajes, las discotecas, ir a bodas, reírme y pasarlo bien", explicó Verónica, quien trabaja en un colegio como auxiliar de comedor y como actriz, siempre que puede. “Tenía muchas ganas. Cuando me independicé estaba muy feliz y contenta. Ahora apoyo a mis compañeros en Las Fuentes”.