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España se encuentra en la segunda transición demográfica, la del envejecimiento, al igual que el resto de sus vecinos europeos, y su crecimiento se debe al saldo migratorio positivo, a pesar de que mueren más personas de las que nacen, es decir, que hay un saldo vegetativo negativo.
Así lo pone de manifiesto de manifiesto catedrático de Sociología en la Universidad de A Coruña, Antonio Izquierdo, tras conocerse las cifras de población del INE, que revelan que hay 46,9 millones de habitantes, record desde que se realiza este registro, y se ha producido el mayor incremento de población desde 2008, gracias al aumento de la población extranjera. Además, las estadísticas de estructura de población revelan que la edad media ha aumentado diez años en España en las últimas cuatro décadas y casi un 20 por ciento de los habitantes tiene más de 65 años.
Se trata, según explica, de una tendencia que no es nueva, sino que ya se dio el año pasado. De este modo, España, como los países de su entorno, dejó atrás la primera transición demográfica, en la que la población crecía porque nacían más de los que moría y se encuentra desde hacer quince o veinte años en la segunda.
"Los saldos vegetativos son negativos, ya que en Europa la fecundidad es baja, estructuralmente baja, aunque no tan baja como en España, pero en todos los países hay saldo vegetativo negativo explica este experto en declaraciones a Europa Press-. Mientras, el saldo migratorio es positivo. Pues esto es lo que se llama la segunda transición demográfica".
Izquierdo recuerda que hasta 2008 la inmigración fue el principal factor del crecimiento de la población. En particular, en 2007 y 2008 las entradas eran de 920.000 personas, y ahora se encuentran en 640.000, que es un flujo "muy potente" y probablemente equivalente a los de 2006.
Así, comenta que la tendencia de los flujos de entrada es a crecer, ha descender durante los años de la crisis, cuando hubo saldo negativo y ha volver a crecer cuando mejora la situación. "Si vienen más es porque piensan que la situación va bien. No se emigra a los países que van mal", señala.
En definitiva, señala que en España ahora entra más gente y hay más movilidad. "Se van menos de los que se fueron el año anterior. Sigue habiendo flujos de salida pero van disminuyendo, mientras que los de entrada van aumentando", añade.
Izquierdo indica que, en términos generales, lo que se observa es que hay mucha circulación y la movilidad está en aumento, una característica que atribuye a la globalización y las migraciones. "La idea de que la gente se va y se queda... La gente se va y viene, la gente circula, una parte se va a quedar, pero hay también gente que vuelve. Los flujos son de doble dirección", recalca.
Además, considera una "buena noticia" que la población crezca en trece comunidades autónomas porque eso significa que hay dispersión. Respecto a las regiones que descienden en población -Asturias, Extremadura, Castilla y León y Ceuta- señala que los motivos heterogéneos aunque apunta al envejecimiento de la población en Asturias y Galicia, entre otros.
Sobre el hecho de que un 20 por ciento de los españoles que salieron el año pasado fueran a Reino Unido, el catedrático precisa que el Brexit no es un hecho por el momento sino "una noticia" y que el país tiene un mercado que genera empleo, al igual que Alemania, donde también emigran, aunque el idioma es más difícil.
En relación a las diferentes nacionalidades que residen en España, también pone el acento en que los individuos de cada una de ellas no son homogéneos y pueden migrar por diversos motivos pero, a veces, la nacionalidad supone una etiqueta que esconde esas diferencias.
Por ejemplo, se refiere a que los motivos por los que los venezolanos vienen a España son diversos: una clase media que se puede sentir amenazada; otros que vienen movidos por la ley de Memoria Histórica -hijos y nietos de españoles-; otros que lo hacen porque son hijos de italianos; y otros que emigran desde España para llegar a Estados Unidos como comunitarios.
Del mismo modo, señala que el motivo por el que crece ahora el flujo de ciudadanos colombianos es porque en España existe un 'stock' de población importante procedente de este país, que anima a sus compatriotas a venir cuando las cosas en España parece que van bien, al igual que les previene de hacerlo si hay crisis.
Estos datos se suman a otros publicados la pasada semana por el INE que ponen de manifiesto que en España ha caído la natalidad un 29 por ciento en cuarenta años. Para Izquierdo este dato se debe fundamentalmente a que no se puede tener el número ideal de hijos sino el real. Sin embargo, no cree que esta situación deba llevar al alarmismo y recuerda que Alemania, motor económico de Europa, lleva décadas con crecimiento vegetativo negativo y su industria no se ha resentido.