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Actualmente, España tiene un déficit aproximado de 41.000 enfermeras debido principalmente a la precariedad laboral que tienen estas profesionales y al aumento creciente de la demanda de cuidados. En la otra parte de la balanza, el país tiene muchos médicos, por lo que existe un desequilibrio en la gestión de recursos humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS), según se indica en el Informe Bienal SESPAS 2024, que comprende varios artículos científicos sobre los desequilibrios de médicos y enfermeras en España.
"El primer desequilibrio es que tenemos muchos médicos y pocas enfermeras, estamos a la cabeza de países de médicos por habitantes y a la cola de enfermeros por habitantes, esto tiene mucho que ver con organizar y gestionar la asistencia", ha explicado una de las autoras de los artículos, Patricia Barber, durante la rueda de prensa de presentación de este martes.
En España, hay unas elevadas tasas poblacionales de médicos activos, en comparación con otros países desarrollados. Según las últimas cifras que se publican en este informe, la ratio de médicos especialistas en activo en 2021 era en torno a 480 por 100.000 habitantes, por lo que ocupa la séptima posición de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Por el contrario, estas mismas cifras muestran que las tasas son bajas en comparación con las de otros países ya que, en 2021, había 631 enfermeras por cada 100.000 habitantes, que es de las tasas más bajas entre los países europeos.
Aumento de la demanda de nuevos cuidados
Entre las causas que producen que España tenga una escasez de estas profesionales destaca, según ha explicado la coautora de los artículos, Paola Galbany, que en España hay "una demanda creciente de nuevos cuidados que se debe al incremento de la esperanza de vida de las personas y a los cuidados que estas personas necesitan", así como al incremente de "las patologías y las enfermedades crónicas".
"El problema de la escasez también se debe a una ausencia o una ineficacia de las políticas de planificación de los recursos. Nos faltarían 41.000 enfermeras. Las estadísticas de la OCDE ponen de relieve que España es uno de los países en la cola en los diferentes países ya que España tiene una ratio de 6,57 enfermeras cada mil habitantes y si nosotros nos comparamos con otros países que puedan tener un sistema de salud comparable, como Portugal, podemos decir que nos faltan estas profesionales porque Portugal tiene una ratio de 7,44 ", ha detallado Galbany.
Así, según se detalla en los artículos, el déficit en España se explica por unas condiciones laborales precarias y una falta de desarrollo profesional que han provocado episodios de elevada migración internacional y abandono de la profesión, como ocurrió en 2019, con una emigración del 23,5 por ciento y del 21,3 por ciento en 2022, aunque en 2023 se ha estabilizado con tan solo un cinco por ciento.
No obstante, teniendo en cuenta la estructura demográfica y el comportamiento en el pasado, el nuevo informe de SESPAS estima que en el periodo 2023-2026 el volumen de salidas puede oscilar entre el 17 y el 23 por ciento de las fijas en 2023, lo que representa entre 21.000 y 28.000 salidas anuales.
Falta de inversión y precariedad
En la actualidad, la escasez de estas profesionales también se debe a la falta de inversión en formación adecuada, las condiciones laborales precarias, los escasos reconocimiento y prestigio social de la profesión, y la falta de relevo generacional que se explica por el incremento de las bajas por jubilación y el desinterés de los jóvenes por la profesión
Así, la experta ha aseverado que España tiene un problema "importantísimo" de precariedad laboral para las trabajadoras, que es "la punta del iceberg de todo lo demás". La precariedad enfermera se explica por varias cuestiones pero fundamentalmente por la simultaneidad de sus contratos, teniendo que trabajar muchas veces en varios centros al mismo tiempo, y la parcialidad y temporalidad de los mismos, sin tener un contrato fijo que permita su desarrollo profesional en el futuro.
"Las enfermeras tienen muchos contratos simultáneos que van encadenando uno detrás del otro y, además, son estacionales. Y esto se ve a lo largo de la historia de la enfermería", ha señalado Galbany.
En este contexto, los expertos han analizado los indicadores de abandono, estabilidad laboral, el contrato a tiempo parcial y la sobrecontratación enfermera en unos periodos muy concretos que son el Covid-19 y la reforma laboral del 2022.
Tras este análisis han concluido que "el Covid-19 mejora los contratos porque los hace más estables", pero a su vez muestra "una necesidad imperiosa de enfermeras en los centros asistenciales de hoy para mañana". Esta situación ha hecho que los centros no tengan suficientes trabajadoras para dar la atención requerida a la población, problema que solucionan "incrementando los contratos", es decir, "se contrata menos, pero se contrata por periodos más largos", produciendo la estabilidad y la reducción de contratos temporales.
Además, con la reforma laboral de 2022 se han aumentado los contratos indefinidos y, al haber contratos más estables, se reduce la sobrecontratación, que es "un problema muy importante en España".
La paradoja enfermera: mucha formación pero déficit de profesionales
Por otro lado, el caso de España es particular ya que no tiene un problema de formación enfermera puesto que hay plazas suficientes y un interés por la profesión, pero, sin embargo, el sistema tiene un gran déficit de estas profesionales.
"España no tiene un problema de formación. Siempre hay estudiantes. Muchas personas quieren hacer Enfermería, pero también otras no, otras quieren estudiar Medicina y al no entrar en Medicina, de rebote entran en enfermería. Por lo tanto, en nuestro contexto siempre hay demanda de estudios de Enfermería y salen muchas enfermeras formadas y hay poco abandono, menos del 15 por ciento abandonan", ha apuntado Paola Galbany.
En el caso particular de España, el número de profesionales formadas siempre ha ido aumentando a lo largo de la historia por lo que no ha tenido dificultades para atraer a nuevas generaciones de enfermeras, y prueba de ello es que, a partir de 1981, el número de diplomadas, y luego graduadas, por año se incrementó de unas 4.500 hasta 11.000.
Sin embargo, una vez consiguen su titulación, las enfermeras se enfrentan a dos problemáticas: por un lado, el problema del contrato laboral y, por el otro lado, el problema del desarrollo profesional, en este segundo aspecto el problema reside en que "las enfermeras se encuentran a día de hoy con que no tienen la oportunidad de poderse desarrollar profesionalmente en relación a la capacitación que tienen a nivel formativo, y esto choca con sus expectativas", ha explicado Paola Galbany.
Por ello, la experta ha aseverado que, cuando se van a otro país a trabajar no lo hacen únicamente por el sueldo ya que "no cobran tan diferente porque la vida en Noruega o Bélgica es más cara", sino que influyen otros factores como la estabilidad del contrato o las opciones que tienen para desarrollarse profesionalmente en estos países.
"No es tanto lo que se gana sino cómo se desarrolla en el tiempo con su profesión y esto impacta mucho en la vida de una enfermera, también es importante la conciliación porque el 90 por ciento son mujeres", ha concluido.
Informe Bienal SESPAS 2023
El Informe Bienal SESPAS 2023 está estructurado en cuatro grandes bloques, uno dedicado a planificación, otro de gestión, otro sobre formación, y otro epidemiológico, dedicado a la salud de los profesionales, aunque este jueves solo se ha presentado el de planificación, que incluye cuatro artículos científicos. El informe consta de un total de catorce artículos, que se presentarán de manera escalonada.