Paula Peñaranda
Sociedad
Estas son las dos cosas de las que más se arrepienten las personas mayores, según Harvard
El Estudio sobre Desarrollo Adulto explica las dos cosas que más lamentan

Desde muy jóvenes las personas intentan labrarse su futuro laboral. Y es que se entiende que al tener una estabilidad y cierta seguridad económica siempre se va a ser más feliz. Por tanto, hay personas que trabajan incontables horas para conseguirlo o que estudian día y noche para lograr el puesto de sus seños. Pero, durante ese tiempo, dejan de lado otras cosas que, aunque no se crea, son igual de importantes.
La Universidad de Harvard ha llevado a cabo la investigación más extensa en torno a la felicidad, abarcando 86 años y siguiendo la trayectoria de 700 individuos desde 1938. Este proyecto, conocido como el Estudio sobre Desarrollo Adulto, ha permitido descubrir que el transcurrir del tiempo propicia una profunda reflexión acerca de oportunidades desaprovechadas y decisiones mal enfocadas. La investigación refleja que las personas mayores se arrepienten generalmente de dos grandes cosas.
Estos son los dos mayores lamentos de las personas mayores
La primera reside en el insuficiente tiempo dedicado a quienes más queremos. El desgaste laboral, la presión constante y prioridades equivocadas han llevado a que muchos descuiden lo verdaderamente significativo. En este sentido, Robert Waldinger, psiquiatra de Harvard y responsable actual del estudio, enfatiza: “Creemos erróneamente que lo importante es el trabajo o el éxito, pero la clave está en nuestras relaciones y en cómo nos sentimos con nosotros mismos”.

Asimismo, el estudio confirma la importancia de desconectar del trabajo al llegar a casa. Como recoge la investigación, “nadie en su lecho de muerte desea haber pasado más tiempo en la oficina”, lo que evidencia que dedicar energías excesivas al ámbito laboral puede llegar a ser motivo de pesar en los últimos años de la vida de las personas.
La constante preocupación por el juicio ajeno
El segundo gran lamento se vincula con el temor desmedido a la opinión externa, es decir, dar demasiada relevancia a lo que digan de nosotros. Especialmente en el caso de las mujeres, la inquietud por lo que otros puedan pensar cambia decisiones tanto en lo personal como en lo profesional, limitando la autenticidad y el bienestar. Este apego a la aprobación social contribuye a que, con el paso de los años, se perciba una notable insatisfacción personal.
Así afecta la soledad a la salud

El estudio también pone de manifiesto cómo la carencia de vínculos afectivos adecuados afecta la salud mental. El aislamiento en la vejez se asocia con un incremento en riesgos de depresión, ansiedad, enfermedades cardíacas y deterioro cognitivo, incluyendo la demencia. Frente a este panorama, Waldinger advierte: “Cuando sientes que eres la única persona que tiene un problema, no te sientes bien. En cambio, si puedes hablar con otras personas que tienen ese problema, eso te hace sentir menos solo. Es un sentimiento muy poderoso, un regulador clave del estrés”.
La extensa investigación de Harvard nos recuerda la importancia de seleccionar correctamente nuestras prioridades y de centrar la atención en lo que verdaderamente nos hace felices. La lección es clara: los vínculos afectivos y la autenticidad son pilares esenciales para una vida satisfactoria. Adoptar estos aprendizajes puede marcar la diferencia entre vivir rodeados de logros superficiales y disfrutar de relaciones profundas y significativas que, al final, nos permitirán mirar atrás sin remordimientos.