Toni Esteve
Sociedad
Este es el número de personas que admite el cerebro en nuestra vida
Nos relacionamos con muchas personas, pero solo unas cuantas tendrán impacto real en nosotros
En el mundo hay 7750 millones de personas. Pero de todas ellas como mucho conoceremos a un total de 5000 a lo largo de nuestra vida, y no más de 150 tendrán un impacto real en nosotros. No siempre serán las mismas, pero nunca más de esa cifra, que se conoce como el número de Dunbar, en honor al antropólogo Robin Dunbar. Este científico británico teorizó sobre la cantidad de personas que pueden relacionarse plenamente en un sistema determinado y concluyó, en 1992, que 150 es aproximadamente el "límite cognitivo de individuos con los cuales se puede mantener una relación estable", un número relacionado con el tamaño de nuestra neocorteza cerebral y su capacidad de proceso.
El investigador Esteban Moro, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid (@uc3m) y en el MIT Media Lab, también lleva años preguntándose cuántas personas vamos a conocer en nuestra vida. La estimación de que pueden llegar a ser unas 5000 es suya, aunque matiza que ese cifra dependerá de muchos factores, como tu trabajo, dónde vivas, tu forma de ser, etcétera. Pueden ser muchas menos y, además, muy parecidas a nosotros. Moro lo explica en un reciente podcast de BBVA (@bbva), donde afirma que casi todas la gente que vamos a conocer se parece muchísimo a nosotros, piensa igual, viste igual, tiene el mismo trabajo, el mismo el nivel económico e incluso los mismos intereses: “Esto se debe que generemos unas burbujas de protección” en nuestras relaciones, afirma Moro, quien añade que conocer gente nueva “es difícil, porque tienes que moverte e irte a sitios muy diferentes, algo que implica un esfuerzo” que no todo el mundo está dispuesto a hacer. “Al final llegamos a un compromiso: nos sentimos a gusto donde estamos, donde vivimos y con la gente con la que nos relacionamos y, como cualquier esfuerzo de conocer a gente diferente nos va a requerir tiempo e incluso dinero, no lo hacemos y nos vamos acomodando”.
Según Moro, hay quienes nunca cambian sus 150 personas, como quienes viven en un pueblo pequeño. En una gran ciudad, en la que puedes cambiar de trabajo a menudo, la cosa cambia. Lo mismo ocurre si cambias de ciudad, ya que de repente cambias tu entorno de 150 personas. Esos cambios a un ritmo constante son los que pueden llevarte a conocer ese máximo de 5000 personas establecido por el investigador.
A mayor edad, el círculo se cierra
Los estudios señalan que, a mayor edad, más dificultad para conocer gente nueva. Una de las cosas que pasan cuando nos hacemos mayores es que nuestros círculos sociales se van haciendo cada vez más pequeños. Por ejemplo, en Estados Unidos Según Moro, a partir de los 65 años la gente suele tener como mucho dos o tres amistades sólidas. Y es que a medida que nos hacemos mayores vamos perdiendo capacidad cognitiva y recursos para conocer a más gente. En cambio, cuando somos jóvenes y estamos haciendo nuestra “tribu”, buscando pareja e iniciando nuestra etapa profesional es cuando más se amplía el círculo de personas que tendrá impacto en nosotros.
El investigador español también afirma que “los hombres somos mucho más exploradores: creamos y destruimos las relaciones sociales son mucha más rapidez, mientras que las mujeres conservan mucho más las relaciones que formaron en los primeros años de su vida adulta.
Lo explicado hasta ahora también aplica a las redes sociales, que utilizan algoritmos cuyo cometido es que pasemos más tiempo navegando y para ello nos llevan hacia gente parecida a nosotros, que nos recomendará libros, restaurantes o rutas en coche que serán de nuestro agrado y querremos consultar. Eso no pasaría si tomásemos nosotros la iniciativa de hablar con alguien que encontramos en un bar o caminando por la calle, puesto que eso podría hacernos salir de nuestra zona de confort y conocer a gente realmente diferente a nosotros.