Paula Buedo
Sociedad
Estos cinco síntomas de dormir mal disparan el riesgo de sufrir un ictus
Un estudio advierte de la relación entre una mala calidad del sueño mal y los derrames cerebrales
Dar vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño es una sensación horrible que atormenta a muchas personas cada noche. El descanso es una piedra angular del bienestar y verse privado de él puede acarrear importantes consecuencias para la salud.
Entre los últimos descubrimientos que la ciencia ha hecho a este respecto está la asociación de un mayor riesgo de sufrir un ictus si se presentan cinco señales de un mal sueño. Se trata de un estudio publicado en la edición online de Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología, llevado a cabo por Christine Mc Carthy, de la Universidad de Galway (Irlanda).
La investigación ha tenido en cuenta muchos más problemas de sueño que el hecho de dormir poco. El extremo contrario también puede ser un síntoma de no descansar bien, así como roncar, la apnea del sueño, despertarse a menudo, tomar siestas muy largas o, en general, tener un sueño de mala calidad.
Según la autora del estudio, tener cinco o más de estos síntomas puede quintuplicar el riesgo de ictus frente a quienes no tienen ningún problema de sueño. Por eso, explica, este aspecto de la salud debería ser un área tenida en cuenta en la prevención de los derrames cerebrales.
Dormir siestas de más de una hora eleva el riesgo un 88%
Alrededor de 4.500 personas han tomado parte en este estudio con una media de edad de 62 años. De la muestra, casi la mitad, 2.243, habían sufrido un ictus. La investigación preguntó a todos los participantes por sus hábitos de descanso, así como por la calidad del mismo.
El estudio ha tenido en cuenta otros factores de riesgo, como el tabaquismo, la depresión o la actividad física, para poder extraer sus conclusiones.
Los resultados obtenidos indican una asociación entre dormir menos de cinco horas y más de nueve y la posibilidad de sufrir un ictus. El primer grupo triplicaba el riesgo, mientras el segundo lo duplicaba respecto a las personas que dormían alrededor de siete horas. No obstante, los expertos han subrayado que esta relación no implica una causalidad demostrada.
Por otro lado, los resultados también señalaron a la duración de la siesta como factor de riesgo. Dormir más de una hora por la tarde aumenta la probabilidad de padecer un derrame en un 88%.
En cuanto a los problemas respiratorios, las personas que roncan tienen, según la investigación, un 91% más de posibilidades de sufrir un ictus. En el caso de quienes padecen otros trastornos en la respiración, como la apnea, triplican el riesgo de quienes no la sufren.
De cara al futuro, la autora del estudio incide en la necesidad de seguir investigando esta asociación para poder mejorar la prevención de este problema.