La soledad no deseada es un cáncer que lleva años acechando al mundo moderno. Por desgracia, la pandemia ha agrandado aún más este problema y la situación ha pasado a ser dramática para gran parte de la población. La gravedad de este mal radica en que los daños emocionales y mentales que puede ocasionar son tan perjudiciales que, incluso, ya se considera una enfermedad que puede llegar a matar.
Por esto, la Escuela de Medicina de Harvard (@harvardmed) ha lanzado una serie de consejos para ayudar a las personas que sufren de soledad no deseada a acabar con esta lacra.
Relaciónate con frecuencia con otras personas a través del medio que sea: por teléfono, por videollamada o incluso hablando con tus vecinos o en un parque. No necesariamente tienen que ser familiares o amigos, basta con alguien que nos escuche y con el que podamos compartir nuestra opinión. Si no puedes verte en persona, busca la vía para hacerlo, pero no pierdas tus relaciones sociales a causa del aislamiento. Lo importante es que mantengas el contacto social siempre.
La soledad puede hacer que solo pensemos en nuestros problemas y no veamos más allá. Expresar gratitud tiene una gran lista de beneficios para la salud, ya que las personas que son capaces de valorar todo lo que les rodea, hasta los detalles más pequeños del día a día, son más felices. Trata de involucrarte en las relaciones y expresa aprecio hacia amigos, familiares y extraños.
En cambio, concéntrate en lo que sí puedes cambiar. Pasar tiempo pensando en tu situación actual puede perpetuar la soledad, por lo que, para salir de ese bucle, será mejor que prestes atención a algo que esté bajo tu control y trabajar en ello.
Intenta mantenerte ocupado. Piensa en algo que te motiva e invierte tu tiempo en ello: realizar tareas, escribir, pintar... Algo muy recomendable es encontrar un nuevo pasatiempo, así que anímate y ponte a buscar una actividad que te llame la atención y con la que disfrutes.
Rodéate de personas y actividades que te traigan alegría y considera la posibilidad de no ver las noticias o, al menos, limitar su consumo. A la sociedad y, en concreto, a los mayores, nos llega una infinidad de noticias en los medios de comunicación, con una carga de negatividad que nos apabullan y espantan. Así que plantéate el hecho de tomarte un descanso de tanta información que te perjudica e intenta sonreír más. El simple hecho de sonreír puede hacer que te sientas mucho mejor.
Para recibir, también debemos dar. Esfuérzate en ser amable, comprensivo y paciente con los demás y contigo mismo. Participar en interacciones placenteras también puede ayudar a quienes te rodean y puede conllevar a conexiones más profundas.
Desarrolla una rutina que proporcione equilibrio y familiaridad. Crea un plan diario que incluya:
