Los mayores de 55 años son los que más dificultades tienen para encontrar trabajo. Así lo refleja la última Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a los datos de verano. Según estos datos, los sénior son el único grupo de edad con más desempleados que hace un año, y su perspectiva de futuro no es muy positiva, ya que la mayoría se ven abocados al paro de larga duración.
Estos datos, unidos al reto demográfico que supone el envejecimiento de la población, hacen que sea necesario plantearse una estrategia que acabe con el edadismo laboral que sufren los séniors. Este es precisamente uno de los puntos centrales que se debatieron hace unos días en el encuentro Presente y futuro de la política europea para las personas mayores que tuvo lugar en la Oficina del Parlamento Europeo en España: "Como la tasa de empleo entre los trabajadores de más edad en la Unión Europea (UE) sigue siendo inferior a la media, son necesarias medidas de adaptación del puesto de trabajo, de formación y de fomento de empleo hasta la edad oficial de jubilación. En concreto, solo el 59,1% de las personas de entre 55 y 64 años de la Unión Europea estaban empleadas en 2019, frente al 73,1% de todas las personas de entre 20 y 64 años. Las personas antes de la edad de jubilación (55-64) tienen una de las tasas de pobreza y exclusión social más altas de la UE", comentaron los ponentes de la mesa Evaluación de las políticas actuales de mayores.
Esta mesa de debate estuvo conformada por Francesc Boya, secretario general para el Reto Demográfico, Gobierno de España, Elena Weber, vicepresidenta de AGE Platform Europe, Jorge Calero, catedrático de economía aplicada de la Universidad de Barcelona, Ana Martinez Lopez, secretaria general adjunta de FERPA y Miriam Pinto Lomeña, Directora para los asuntos sociales internacionales, Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Calero era el primero en poner sobre la mesa el mercado laboral ligado al envejecimiento de la población: "Hemos conseguido dar enfásis a la participación flexible en el mercado de trabajo de las personas mayores. Esto inicialmente se hizo de una manera reduccionista, ya que se puso el foco en aprovechar la mayor longevidad para que las vidas laborales fueran más largas. Esto se hizo en un contexto de problemas de financiación de las prestaciones de la Seguridad Social".
"Esto se ha modificado de manera positiva y se ha abierto el terreno para hablar de derechos y flexibilización, de cómo los trabajadores no necesariamente tienen que prolongar su vida activa, ni tienen que ser percibidos como perceptores de prestaciones únicamente. Deben ser considerados como personas con derechos, que si quieren pueden flexibilizar sus vidas laborales en función de sus preferencias. Por ejemplo, a la hora de prolongar la vida laboral, hay alternativas como la jubilación escalonada o la mayor importancia al trabajo autónomo o parcial", matizaba el catedrático.
A pesar de estos cambios positivos, el economista advertía que uno de los principales retos a los que se enfrenta, no solo Europa, sino el mundo en general es el edadismo que sufren los mayores en el mercado laboral: "Hay que eliminar este tipo de conductas edadistas en los puestos de trabajo y en las empresas. No es una cuestión subjetiva, tiene repercusiones muy objetivas como la discriminación en el trabajo o las mayores tasas de desempleo".
Calero finalizaba su intervención asegurando que "la activación de las personas mayores es una oportundiad para muchos sectores tradicionales y menos tradicionales".
Jorge Calero, catedrático de economía aplicada de la Universidad de Barcelona
"El envejecimiento progresivo está impactando en el mercado laboral"
Por su parte, la directora para los asuntos sociales internacionales, Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) comenzaba su intervención explicando que "el mayor logro de las políticas europeas ha sido poner en marcha iniciativas que se centran en la inclusión de distintos grupos de población. La inclusión ayuda a romper los círculos de pobreza, fomenta el crecimiento profesional y el bienestar económico y social, y mejora la calidad de vida de las personas", comenzaba diciendo Pinto.
"Desde nuestra perspectiva empresarial estamos convencidos de que la mejor vía de la inclusión es sin duda el empleo, que además es uno de los grandes retos del colectivo de personas mayores. Este grupo sigue haciendo frente a mayores tasas de desempleo y mayor riesgo de discriminación y aislamiento, y de desigualdad en el acceso a ingresos dignos, y todo ello dificulta el envejecimiento activo", aseguraba la directoria de la CEOE.
Pinto también quiso recordar que el cambio demográfico que estamos experimentando es uno de los principales desafíos a los que nos estamos enfrentando como sociedad, y para poder hacerle frente, las empresas tienen que saber adaptarse: "El envejecimiento progresivo y la mayor longevidad están impactando en el mercado laboral y en los sistemas de Seguridad Social y en los sistemas de asistencia, de sanidad y de cuidados. En el mercado laboral cada vez hay menos trabajadores, y esto se une a otro problema que tienen las empresas: la escasez de profesionales. Por daros algunos datos, el número de personas en edad de trabajar entre 20 y 64 años va a disminuir en las próximas décadas de 272 millones en 2009 a 236 millones en 2050", exponía la representante de la CEOE.
Y añadía: "Esto se junta con la escasez de profesionales en el sector de la industria: el 24,5% de los empresarios reclaman escasez de mano de obra, en el sector servicios faltan alrededor de un 33,1% de los servicios, y el 28,5% de los empresarios de la construcción también están manifestando la necesidad de profesionales".
Estos datos, en palabras de Pinto, reflejan que "los problemas de contratación son aún mayores, ya que cada año son muchas más personas las que abandonan el mercado laboral para jubilarse, que las que se incorporan". Esto tiene y tendrá consecuencias muy negativas en toda la sociedad, especialmente en el Sistema de la Seguridad Social, "que, como ya sabemos, se están produciendo desequilibrios financieros ante los menores ingresos del Estado derivado de los menores cotizantes, y el incremento cada vez mayor e inevitable de los gastos sociales, entre los que se encuentran las pensiones y los relacionados con la sanidad".
Fomentar el empleo hasta la edad de jubilación
Miriam Pinto Lomeña, Directora para los asuntos sociales internacionales, Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE)
Ante esta situación, la CEOE es clara sobre cómo se puede abordar y solucionar este problema: "Hay que aumentar el número de cotizantes y fortalecer la capacidad del mercado laboral para crear empleo".
Además, Pinto añadía que "el envejecimiento tiene un carácter multidimensional, que nos obliga a afrontar sus retos desde un enfoque de ciclo de vida, teniendo en cuenta todas las etapas. Hay que promocionar los diferentes estilos de vida enfocados al envejecimiento saludable y tener en cuentala educación y la formación para abarcar todas las etapas laborales con una promoción del aprendizaje permanente".
Pero no solo eso, "los sistemas de pensiones se tienen que adaptar a esta realidad demográfica bajo principios de suficiencia, sostenibilidad y equidad generacional, y la importancia creciente de los cuidados de larga duración", añadía.
Todos estos obstáculos se superarán si "se potencia el envejecimiento activo y se aplica el enfoque intergeneracional. Son necesarias medidas de adaptación del puesto de trabajo, medidas de formación y medidas de fomento del empleo hasta la edad oficial de jubilación para impulsar la participación y la permanencia de los trabajadores mayores del mercado laboral", explicaba Pinto.
La representante de la CEOE decidió dar un paso más, y ella misma explicó qué es lo que deberían de empezar a hacer las empresas: "Hay que tomar medidas relativas a la jubilación y al reciclaje profesional, al empleo y medidas en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo. En definitiva, todas las necesidades fisiológicas asociadas al envejecimiento van a requerir que desde las empresas hagamos el esfuerzo de adaptar los puestos de trabajo".
La Estrategia europea para mayores y el empleo
Enn las jornadas también participó Miguel Ángel Cabra de Luna, secretario general de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), quien compartió el dictamen exploratorio solicitado por la Presidencia española para llevar a cabo una estrategia europea para las personas mayores, y en este documento se recogen una serie de puntos relacionados con el empleo.
Lo primero que recoge este informe es la necesidad de que se "eliminen las barreras y se aprovechen las oportunidades para la inclusión de las personas mayores en el mercado laboral, y para aquellas que lo deseen más allá de su edad de jubilación". De este modo, la Estrategia tendría que fomentar el "intercambio de buenas prácticas entre los Estados miembros para mejorar el empleo de los mayores".
Por otro lado, la Estrategia deberá ser flexible y tener en cuenta los períodos de transición entre el aprendizaje, el trabajo, el cuidado de la familia, la inactividad o jubilación que "tengan lugar varias veces y en diferentes edades de la vida de una persona, incluso después de llegar a la edad legal de jubilación", recoge el dictamen. En este sentido, a lo que se refieren es a que se deberá contar con servicios de acompañamiento y cuidados para todas las generaciones, y medidas específicas que apoyen a los cuidadores no profesionales, para que puedan conciliar la vida laboral y familiar "en compensación salarial o apoyo financiero, oferta diversificada de arreglos de relevo o de relevo con familiares asistidos, accesibilidad a asesoramiento o servicios de formación, entre otras propuestas".
Miguel Ángel Cabra de Luna, secretario general de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP)
Los últimos puntos que recoge el documento sobre esta Estrategia están relacionados con la puesta en práctica de todo lo comentado por los propios Estados miembros. De este modo, y según lo establecido en el documento, la Estrategia deberá:
1. Evaluar las incidencias de las excepciones en base a la edad incluidas en las Directivas de empleo y sobre salarios mínimos, proponer directrices para la implementación de los principios de igualdad en base a la edad en el empleo, y si fuera necesario, determinar otras vías o cambios específicos para mejorar la aplicación de las Directivas y evitar la discriminación de las personas mayores que desean permanecer en el mercado laboral.
2. Fomentar el 'mentoring' intergeneracional a través de programas específicos.
3. De acuerdo con las políticas actuales, combatir y prevenir los riesgos físicos y psicosociales como el estrés y el agotamiento en el próximo marco de seguridad y salud en el trabajo de la UE.
4. Promover el espíritu empresarial de las personas mayores mediante la evaluación de barreras existentes, como la pérdida de los derechos de pensión, facilitar el acceso a la financiación y promover incubadoras para el coemprendimiento intergeneracional o las transferencias de empresas de emprendedores o empresarios de mayor edad a empresarios más jóvenes, o fomentar iniciativas dentro de la economía social.
5. Fomentar la economía social como sector centrado en la persona y en los beneficios para la sociedad, ya que puede ofrecer nuevas oportunidades de empleo y emprendimiento para las personas mayores.
6. Promover y mejorar la accesibilidad a los programas Erasmus+ y de las tecnologías de la educación para las personas mayores, haciendo pleno uso de su proyección intergeneracional, ofreciendo oportunidades de aprendizaje y movilidad académica para personas mayores, incluyendo en lugares difíciles de acceder para la educación, como lugares de cuidado a largo plazo. También se deben aprovechar al máximo las oportunidades que brindan las microcredenciales y las herramientas de aprendizaje digital, como los cursos abiertos en línea (MOOC).
7. Proponer medidas para la mejora de la educación financiera de las personas mayores, que puedan revertir en la movilización de recursos inactivos y en una mejora de la competitividad. Debe prestarse especial atención al desarrollo de las capacidades de las personas mayores para permitirles actuar como inversores informados y evitar la realización de inversiones finanieras o de un consumo inadecuados.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.