Paula Buedo
Sociedad
Un estudio señala que algunos videojuegos pueden mejorar la memoria de los mayores
Cada tipo de videojuego puede ofrecer beneficios para diferentes edades
La imagen de una persona sentada frente a la pantalla jugando a la consola no suele traernos a la cabeza a un mayor. Tendemos a pensar que los videojuegos son para niños y adolescentes, pero lo cierto es que los beneficios de este entretenimiento alcanzan a todas las edades.
Uno de los signos de envejecimiento que más preocupa a la mayoría es el progresivo deterioro de la memoria. La salud cognitiva se vuelve más frágil y los pequeños olvidos empiezan a aparecer, lo que puede generar problemas de autoestima en los mayores. Por eso, es importante saber qué estrategias pueden adoptarse para paliar esta situación.
Una de las formas de memoria más afectadas por el paso del tiempo es la llamada memoria de trabajo, relacionada con la ejecución de tareas cognitivas y la capacidad de recordar las instrucciones para realizarlas. Entre los efectos de este fenómeno está la pérdida de autonomía para realizar algunos procesos del día a día.
Para averiguar cómo pueden usarse para retrasar el deterioro cognitivo, un grupo de expertos ha publicado en la revista Heliyon sus resultados después de analizar el efecto de diferentes videojuegos en la memoria y en la capacidad de las personas para ignorar distracciones. Lo ha hecho tras analizar datos de casi 500 personas, en su mayoría mujeres, de entre 18 y 81 años.
Recomendaciones para mantener la memoria sana
El estudio ha tenido en cuenta diferentes aspectos de los hábitos de juego, desde la frecuencia con la que se optaba por este tipo de ocio y durante cuánto tiempo hasta el tipo concreto de videojuegos que se prefería. Así, se han tenido en cuenta diferentes formatos, como consolas, apps de móviles, arcades y juegos de ordenador.
Además, se completó el análisis con una prueba digital que medía la memoria de trabajo y la habilidad para no distraerse. Tras esto, se observó que los resultados apuntaban a diferentes conclusiones según los grupos de edad.
Por ejemplo, los adultos jóvenes que jugaban a juegos de estrategia tenían mejor memoria que los que optaban por los de acción. Este resultado sorprendió a los autores, ya que existen evidencias previas que señalaban a estos últimos como útiles para mejorar la atención, percepción y función ejecutiva.
Sin embargo, en el caso de los mayores son los puzzles digitales los que contribuyen positivamente a aumentar la memoria de trabajo. Así, desarrollan una mayor capacidad para no prestar atención a las distracciones del entorno.
De esta forma, los videojuegos en diferentes soportes se postulan una vez más como herramientas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de trabajar la memoria y la salud cognitiva en el envejecimiento. Queda así desterrado el mito de que las consolas son cosas de jóvenes y se suman a la lista de hábitos beneficiosos, junto a la actividad física y la socialización.