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Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra este 25 de noviembre, Eva (nombre ficticio), una mujer superviviente de la violencia de género, ejercida por su excónyuge, a la que decidió poner fin después de años de sufrimiento y acudir a la Asociación Alanna (@alannaasoc), donde ha recibido ayuda y apoyo, ha compartido su caso con el objetivo de visibilizar la violencia machista.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género contabiliza un total de 52 mujeres víctimas mortales en lo que va de año, dos más que en todo 2022. Además, este 2023 se han registrado 29 intentos de homicidios por este motivo, según ha revelado la fiscal de Sala de Violencia contra las Mujeres, Teresa Peramato, en una entrevista con Europa Press. Una información que ha considerado "valiosa", puesto que puede aportar datos, hasta ahora desconocidos, por parte de las supervivientes de estos actos.
En este sentido, la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, ha revelado que al año en España se instruyen unos 10.000 asuntos de mujeres con lesiones graves por violencia machista.
Concretamente, Eva relata a Europa Press que para ella todo empezó cuando a su expareja le molestaba que quedase con amigas, que fuera a ver a la familia, o que se pusiera cierto tipo de ropa, pero indica que "lo peor" llegó cuando se quedó embarazada por primera vez.
"Cuando me casé, me quedé embarazada por primera vez, pero tuve un aborto. En ese momento, él me decía que no valía ni para tener hijos. Después, al ver que no me quedaba nuevamente, le convencí para hacernos una fecundación in vitro y él me amenazaba diciéndome que si alguien se enteraba de que íbamos a tener un hijo así, me mataba", asegura.
En esta línea, explica que estaba "atemorizada", puesto que no podía compartir lo que le estaba pasando con nadie. No obstante, expone que dio la casualidad de que un mes antes de realizarse el proceso in vitro se quedó embarazada. "Fue un embarazo horrible, me lo hizo pasar fatal porque él quería que yo siguiera limpiando y haciendo cosas, a pesar de que tenía que estar en reposo", explica.
"Mi hijo me salvó la vida"
Eva explica también que los episodios más fuertes llegaron después de tener a su hijo y destaca el momento que vivió un día, cuando decidió comentar a su excónyuge que le ayudase con el niño. "Me cogió del cuello, me levantó de la cama y ahí pensé que no veía a mi hijo más, que ese día no lo contaba", asegura, para agregar que el menor "se puso a gritar, a llorar fuerte" y fue cuando él la soltó. "Siempre lo he dicho, a mí mi hijo me salvó la vida", afirma.
Asimismo, explica que, en otra ocasión, le pegó una paliza porque el niño, que tenía cólicos, "no paraba de llorar". "Me dejó tumbada en el suelo", precisa. Además, recuerda que cuando se encontraban viendo la televisión e informaban sobre un fallecimiento por violencia de género, él le amenazaba: "La próxima vas a ser tú".
En todo caso, fue la última amenaza la que hizo que Eva decidiera irse de la casa familiar con su hijo en brazos. "Me gritaba: te voy a matar, te lo juro que de hoy no sales de aquí", recalca.
La sentencia contra el agresor de Eva, a la que ha tenido acceso Europa Press, expone que su excónyuge fue condenado a once meses de prisión por un delito de malos tratos habituales en el ámbito de violencia de género, a la privación de derecho a la tenencia y porte de armas por plazo de 2 años y 9 meses y a abstenerse de aproximarse a menos de 200 metros de la víctima.