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La lectura es un hábito indispensable para la educación. Tiene multitud de beneficios para todas las edades, entre los que destacan el aumento de la curiosidad por distintos temas, la mejora de la imaginación y, además, es un pasatiempo que se puede llevar y disfrutar en cualquier lugar. Sin olvidar que favorece la concentración y ayuda a prevenir el estrés.
Sin embargo, si no se realiza correctamente, puede llegar a perjudicar la salud ocular.
El Instituto Nacional de la Visión ofrece algunos consejos, y en concreto el doctor Hurtado, experto en miopía infantil, alerta de que esta es uno de los problemas directamente asociados a los malos hábitos en la lectura, por lo que anima a seguir cinco sencillos consejos para prevenirla que también son extensibles a los adultos:
- En primer lugar, es preciso mantener la distancia adecuada. Para evitar enfermedades de la superficie ocular, debe haber al menos 50 centímetros entre los ojos y el ordenador. Sin embargo, en el caso del móvil o del libro en papel o electrónico, debe haber como mínimo unos 30 centímetros de distancia. Seguir estas recomendaciones reduce el esfuerzo para enfocar y el riesgo de tener miopía en el futuro.
- En segundo lugar, también es muy importante una buena iluminación. Lo más apropiado es leer con una luz de techo que no esté justo encima del niño, y otra accesoria, desde el lateral. En el caso de que la lectura sea en pantallas retroiluminadas, se deberá leer con una buena iluminación y nunca a oscuras. La fatiga visual se produce sobre todo por la diferencia entre la luz del monitor y la de la habitación, por lo que se puede bajar una o subir la otra para que sean más parecidas.
- Igualmente, es preciso cumplir la regla 20-20-20: Cada 20 minutos en una actividad de cerca, los ojos deben descansar 20 segundos mirando a 20 metros. Con esto se consigue relajar el ojo, aumentar el parpadeo y reducir los síntomas del esfuerzo ocular.
- Además, es muy importante parpadear. El parpadeo se reduce mucho cuando están frente a una pantalla, lo que puede provocar síntomas de ojo seco. Si la pantalla está un poco más baja que la posición de los ojos, el ojo está más cerrado y menos expuesto al aire, así que es menos probable que los niños tengan estas molestias.
- Finalmente, el experto recomienda evitar el uso de pantallas 3 horas antes de ir a dormir, pues el aumento de luz y la exposición a las pantallas dificulta la conciliación del sueño.
En muchos casos, la práctica de la lectura en la población adulta se puede ver disminuida si se padece algún defecto visual, especialmente si se sufre presbicia, convirtiéndose en una de las actividades que dejan de llevarse a cabo por encontrarse con las dificultades características de este problema visual (visión borrosa de las letras, dolor de cabeza).
Para los que quieren seguir disfrutando de la lectura, los expertos de Clínica Baviera ofrecen algunos consejos para seguir leyendo. Como se ha dicho anteriormente, los denscansos son indispensables. Para ello, recomiendan la regla del 20-20-20.
Al igual que los niños, los adultos tampoco parpadean lo suficiente cuando leen, lo que puede derivar en sequedad ocular. Para paliar este efecto secundario, es recomendable utilizar colirios o lágrimas artificiales para mantener los ojos limpios e hidratados.
En lo que respecta a la iluminación, desde Clínica Baviera afirman que "lo ideal es poder contar con una luz natural que permita leer sin problemas, pero, en caso contrario, es recomendable que la luz artificial utilizada no impacte directamente en los ojos, sino en el libro, y evitar las sombras, además de una luz cenital".
"En el caso de los libros electrónicos, es importante ajustar la luz de la pantalla. Poder leer con claridad es primordial para no forzar la vista y evitar el sobreesfuerzo por intentar enfocar demasiado", recomiendan.
Finalmente, otro detalle al que hay que prestar atención es la postura que se adquiere mientras se lee. "Es importante que el dispositivo esté colocado debajo del eje visual, por eso, no es recomendable leer tumbado o con el libro muy elevado. Cuando nuestro material de lectura está en la posición correcta y nuestra mirada se dirige hacia abajo, el párpado cubre gran parte de la superficie ocular, evitando irritaciones en estructuras cómo la córnea", informan estos expertos.
Al igual que los más pequeños, los adultos también deben revisar su vista de manera periódica, ya que, a la hora de leer o de estudiar, pueden aparecer síntomas como sequedad, fatiga ocular o visión borrosa.