Estamos a las puertas del otoño y los expertos aún desconocen cómo se desarrollará la temporada de infecciones respiratorias –Virus Respiratorio Sincitial (VRS), gripe, resfriados...– de 2023/2024.
Según comentan a 65YMÁS, no es posible saber si habrá una epidemia más parecida a las que conocíamos antes de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, o si se repetirá un fenómeno anómalo, parecido o diferente al vivido el año pasado, cuando la temporada arrancó antes de lo esperado y hubo dos picos diferentes –el primero, de gripe A y VRS, en noviembre/diciembre, y el segundo, provocado por la gripe B, en enero/febrero–.
Eso sí, lo que se sabe a día de hoy es que, por ahora, los niveles de transmisión de gripe y VRS están en mínimos y el patógeno que más circula es el SARS-CoV2, según los últimos datos recogidos por el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda.
Fuente: Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda.
"La actividad de los virus gripales no siempre comparte similitudes entre temporadas. Parece oportuno mantener los sistemas de vigilancia comunitaria para monitorizar la actividad", opina José María Eiros, director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid (@CentroGripe), un organismo reconocido por la OMS.
Además, el experto recuerda la importancia de estudiar con detalle "la información que aportan los Centros Nacionales del hemisferio sur", donde está terminando el invierno. "Es para nosotros una herramienta de suma utilidad y seguimos con asiduidad sus notificaciones relativas a la actividad viral, su distribución y su perfil virológico y epidemiológico", indica.
El director emérito del Centro Nacional de Gripe, Raúl Ortiz de Lejarazu (@DrLejarazu), comparte el punto de vista de Eiros sobre la imprevisibilidad de la epidemia.
"La gripe estacional (invernal) infecta a uno de cada 10 adultos y a tres de cada 10 niños, es decir, no a toda la población cada año. Las infecciones naturales y las vacunas generan anticuerpos que decaen con el tiempo –entre 6 y 10 meses–, así que, un año sin gripe (2020), otro con baja intensidad, prolongado con dos ondas muy separadas del subtipo H3 (2021), y el año pasado, con casos muy precoces y dos claras ondas, la primera de gripe A, y la segunda, de B, no anticipan una temporada totalmente normal. Cuando la piedra de una pandemia se tira al lago de los virus respiratorios, las ondas que deja tardan en desaparecer", reflexiona.
Fuente: Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda.
El epidemiólogo e investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (@GVAfisabio), Salvador Peiró, tampoco ve claro qué temporada está por venir.
"En el hemisferio sur, se da entre abril y septiembre, mientras que en el norte ocurre entre octubre y mayo. La actividad de la gripe allí da pistas de lo que podría ocurrir aquí, pero no necesariamente sucede lo mismo, porque los virus circulantes en diferentes partes del mundo pueden ser diferentes y también la inmunidad en cada población. Hasta donde sabemos, algunos países (Argentina, Australia...) han tenido temporadas 'normales', mientras que otros (Chile, Sudáfrica...) las han tenido algo anticipadas", señala. Concretamente, "las cepas A y B" circulan allí, señala, "aunque en el sur tiene más B que el norte (más o menos la mitad de sus casos)".
Coincide con Peiró, Marta López de Diego, del Centro Nacional de Biotecnología-CSIC (@CSIC), quien afirma que "el virus de la gripe causa una enfermedad infecciosa imprevisible desde el punto de vista epidemiológico, y especialmente después de la pandemia de Covid-19, por lo que es difícil saber si se producirá un repunte antes de tiempo".
Además, apunta, "la pandemia ha tenido un gran impacto en la actividad gripal". "Entre febrero y marzo de 2020, la actividad fue elevada en la mayoría de los países del hemisferio norte, de acuerdo con una temporada típica. Sin embargo, desde finales de marzo de 2020 hasta el término del año 2021, la actividad global se mantuvo baja, en buena parte, debido a las medidas de distanciamiento social y al uso de mascarillas. Posteriormente, desde febrero de 2022, con la relajación de dichas políticas, la actividad gripal comenzó a regresar a los niveles anteriores. Y es verdad que el año pasado la temporada de mayor prevalencia del virus de la gripe se adelantó con respecto a otros años, pero esto se podría deber a que a nivel poblacional la pérdida de protección frente a este virus fue muy significativa, debido a la baja incidencia del virus de la gripe. Ahora bien, esta temporada se espera que la actividad vuelva a mantenerse a niveles similares a los años anteriores a la pandemia de Covid-19", prevé y asegura que probablemente no haya tampoco dos picos de la gripe tan separados.
Fuente: OMS e informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda.
Por su parte, el inmunólogo y catedrático de la Universidad de Valencia, Rafael Toledo (@alfwarrior), también cree que, pese a que no sea fácil hacer predicciones, "la próxima temporada de gripe no será tan anómala como la anterior”.
“Se irá pareciendo mucho más a las clásicas, de antes de 2020”, comenta. "Creo que el año pasado fue distinto, fundamentalmente, por la baja circulación del virus los años previos. Eso hizo que la gente perdiese cierto grado de inmunidad y fuese algo más susceptible", indica.
Por ello, aunque se desconoce cuál será la cepa que se imponga esta temporada, sí que hay que tener en cuenta que, probablemente, juegue un papel determinante "la recuperación de un cierto grado de inmunidad a nivel poblacional, que habíamos perdido" durante la pandemia.
Comparativa entre varias temporadas de gripe desde 2010 hasta 2016. Fuente: Centro Nacional de Epidemiología Instituto de Salud Carlos III.
"La situación en Europa se puede inferir de lo que ocurre en el hemisferio sur, donde ahora es invierno. Allí los casos empezaron a aumentar de forma abrupta a principios de mayo, con un comienzo más temprano de la temporada que años anteriores y, además, el número fue más alto que el promedio de cinco años (incluida pandemia), pero más bajo que alrededor de esta época en 2019 y 2022. Algo importante a tener en cuenta es el número de infecciones en niños, posiblemente derivado de la no inmunización y circulación del virus durante el primer año de la pandemia", apunta por su lado el jefe del Servicio de Inmunología de Hospital CU Virgen de Arrixaca, Manuel Muro (@manuelmuro5).
Con todo, tranquiliza, "la gripe no tiene por qué ser diferente –a antes de 2020–, salvo que aparezca alguna cepa algo más virulenta que otros años".
Vacunación
Eso sí, pese a que no sea sencillo adelantar qué ocurrirá este otoño, y si se adelantará la epidemia como el año pasado o no o qué sucederá con otros virus como el Respiratorio Sincitial, sí que se pueden tomar medidas a nivel individual para protegerse, y la herramienta más útil en muchos casos sigue siendo la vacuna.
Concretamente, recuerda el director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, "existen vacunas antigripales que posibilitan el incremento de la respuesta inmunitaria frente a los virus de la gripe. Las adyuvadas y de alta carga representan unas opciones excelentes para ser administradas a personas que por criterios de edad deben adherirse a las campañas".
Y es que, argumenta, la fidelidad a las campañas de vacunación –en España es alta–, "garantiza una respuesta heterotípica –más completa–, lo cual representa un hecho positivo para las personas que se vacunan y para su entorno".
"El esfuerzo por mantener buenas coberturas es multifactorial, en él se deben implicar, desde los agentes sociales a los colectivos de pacientes y las administraciones sanitarias", concluye.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.