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El 33 por ciento de los españoles no sabe qué es o en qué consiste la insuficiencia cardiaca, una enfermedad que, en España, afecta a alrededor de 700.000 personas, según una encuesta poblacional realizada en España por la Alianza de Boehringer Ingelheim y Lilly, con el aval social de la asociación de pacientes Cardioalianza.
Esta iniciativa forma parte de la campaña de concienciación social 'Llámalo Insuficiencia Cardiaca, ¡y actúa ya!', que tiene como objetivo dar a conocer entre la población general, pacientes y su entorno más próximo esta enfermedad crónica.
Tal y como se desprende del trabajo, el desconocimiento sobre la insuficiencia cardiaca está extendido entre la población española. Enfermedades como el infarto de miocardio o la hipertensión son más reconocidas que la insuficiencia cardiaca, apareciendo por delante en el ranking de las enfermedades cardiovasculares que los españoles consideran más frecuentes.
En un tercio de los casos, la razón por la que conocen la enfermedad es porque tienen un familiar o conocido que la padece, mientras que un 10 por ciento reconoce no haber oído hablar de la insuficiencia cardiaca con anterioridad.
La insuficiencia cardiaca se produce cuando el músculo del corazón no bombea sangre tan bien como debería hacerlo. Cuando esto sucede, la sangre a menudo retrocede y el líquido se puede acumular en los pulmones, lo que causa falta de aliento.
Determinadas afecciones cardíacas, como las arterias estrechadas en el corazón (enfermedad de las arterias coronarias) o la presión arterial alta, dejan progresivamente el corazón demasiado débil o rígido como para llenarse y bombear sangre de forma apropiada. El tratamiento adecuado puede mejorar los signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca y puede ayudar a algunas personas a vivir más tiempo.
Una forma de prevenir la insuficiencia cardíaca es prevenir y controlar las afecciones que pueden causarla, como la enfermedad de las arterias coronarias, la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad.
Mitos
La falta de información de esta enfermedad entre los pacientes da lugar a una serie de mitos o falsas realidades sobre la enfermedad y el día a día de quienes la sufren. El consumo de café o té genera cierta controversia, puesto que 2 de cada 5 encuestados creen que las personas con insuficiencia cardiaca deben dejar de consumir estas bebidas.
Sin embargo, las diferentes guías publicadas por la European Society of Cardiology (ESC) especifican la idoneidad de llevar una alimentación saludable, evitando las grasas y limitando el consumo de sal, pero sin desaconsejar el consumo de cafeína.
Otro mito que destaca la encuesta es que más de la mitad de los españoles considera que la insuficiencia cardiaca es más frecuente entre los hombres. Aunque la incidencia de nuevos casos de insuficiencia cardiaca es mayor en hombres, la realidad es que aproximadamente la mitad de pacientes con insuficiencia cardiaca son mujeres, en parte debido a que la prevalencia de la insuficiencia cardiaca aumenta con la edad, y a la mayor longevidad de la mujer.
Cansancio y debilidad, dificultad para realizar actividad física y disnea o dificultad para respirar son los síntomas que los españoles más identifican con la insuficiencia cardiaca y, por ello, hacer ejercicio y subir escaleras son las dos acciones que más encuestados considera que se ve obligado a dejar de hacer un paciente con esta enfermedad.
Estos síntomas llevan a un total del 78 por ciento de los encuestados a considerar que sufrir insuficiencia cardiaca implica dejar de hacer alguna actividad del día a día. A pesar de esta afirmación, solo un 18,5 por ciento repara en el efecto psicológico y los problemas de autoestima que estas limitaciones pueden tener entre los pacientes.
Por otra parte, el trabajo ha evidenciado que solo el 16 por ciento de los españoles considera que hay suficiente información sobre la insuficiencia cardiaca. El 76 por ciento de los españoles querría recibir más información sobre esta enfermedad, y a la mayoría le gustaría que fuera a través de campañas divulgativas, así como a través de mayor difusión por parte de los medios de comunicación.