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Ni los alimentos ni los complementos alimenticios estimulan la producción de vitamina D de forma tan eficaz como lo hace la radiación solar. Sin embargo, a partir de los 60 años, la capacidad de sintetizar vitamina D disminuye, lo que afecta negativamente a la salud y, en concreto, a la salud cerebral. Así lo demuestra un estudio reciente de la Universidad del Sur de Australia publicado en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition. Tras la investigación, el estudio afirma que existe una relación directa entre la falta de vitamina D y la probabilidad de sufrir demencia o accidentes cerebrovasculares.
Los efectos negativos de la falta de vitamina D
La investigación fue llevada a cabo por Elina Hyppönen, investigadora principal y directora del Centro Australiano de Salud de Precisión de la Universidad del Sur de Australia. Según Hyppönen, la ciencia ya conocía la correlación entre la vitamina D y el correcto funcionamiento cerebral. Sin embargo, se desconocía los efectos negativos que podía provocar dicha insuficiencia vitamínica: “Nuestro estudio es el primero que examina el efecto de los niveles muy bajos de vitamina D en los riesgos de demencia e ictus, utilizando análisis genéticos robustos entre una gran población", apuntaba la doctora.
Para emprender la investigación, se recurrió al Biobanco del Reino Unido, un país con pocas horas de luz solar. Se examinaron los dtos genéticos de 294.514 participantes para comparar los casos de bajos niveles de vitamina D con los casos de riesgo de demencia e ictus y examinar su posible causalidad.
El estudio comprobó que, en los casos analizados, "observamos que hasta el 17% de los casos de demencia podrían haberse evitado aumentando los niveles de vitamina D hasta situarlos en un rango normal", recalcaba la investigadora Elina Hyppönen. Efectivamente, se concluyó que los niveles bajos de vitamina D están asociados a volúmenes cerebrales más bajos y a un mayor riesgo de demencia e ictus. En algunos contextos, donde la deficiencia de vitamina D es relativamente común, estos hallazgos "tienen importantes implicaciones para los riesgos de demencia".
El dato positivo se expresa a la inversa: en algunas poblaciones –especialmente aquellas con poca luz solar–, hasta el 17% de los casos de demencia podrían evitarse aumentando los niveles de vitamina D.
Beneficios de tomar el sol
Basta con tomar el sol unos 10 o 15 minutos al día para que nuestra piel genere vitamina D de forma natural. La exposición debe ser frecuente pero moderada, haciendo siempre uso del protector solar. De este modo, no solo favorece la salud cerebral, también fortalece el sistema inmunitario que nos protege de otras enfermedades, reduce problemas dermatológicos como el acné o la psoriasis e incluso ayuda a prevenir la osteoporosis, al ser una vitamina fundamental en la absorción de fósforo y calcio, que contribuyen a tener unos huesos robustos.