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Familiares que sacaron a sus mayores de las residencias de mayores en estos últimos meses por la crisis del coronavirus han denunciado que están recibiendo llamadas presionando para su reingreso en los centros o pierden la plaza.
Según ha indicado a Europa Press una portavoz de la Asociación por los Derechos de los Mayores y sus familiares (ADEFAM), familiares que decidieron "salvar a sus padres, madres o abuelos" de los geriátricos por miedo a que allí murieran han estado recibiendo llamadas "realmente preocupantes y angustiosas" de las residencias para que reingresen los usuarios. Desde el 9 de marzo hasta el 26 de junio 8.234 residentes murieron, de ellos 5.950 por coronavirus.
La normativa de la Comunidad de Madrid señala tienen que llevar a su familiar a ingresar de nuevo en el plazo de 45 días a partir de 6 de julio (hasta el 20 de agosto) si no sería ausencia injustificada y perderían la plaza.
ADEMAF asegura que se trata de "una medida sin sentido cuando hablan de 'nueva normalidad' y las restricciones de visitas siguen siendo las de la fase III". "No se han restaurado ni siquiera los ínfimos servicios que decían tener anteriormente. No hay garantías y menos después de la constatada falta de organización y abandono por parte de la Comunidad de Madrid a las residencias, y de la falta de trabajadores permanente. Hay personas todavía positivas y aisladas en muchas residencias", aseguran.
Por eso, esta asociación de familiares de usuarios de geriátricos considera "un despropósito" que les amenacen con perder una plaza concedida tras muchos años de espera. "Un despropósito más, como todo lo que está pasando con las personas mayores y dependientes", recalcan.
Por su parte, fuentes de la Consejería de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad de la Comunidad han indicado a Europa Press que la norma de los 45 días se implantó en 1994 con el objetivo de que personas que se encuentren en lista de espera puedan acceder a una plaza pública. Y apuntan que los días del estado de alarma no contaban en este plazo al ser una causa de fuerza mayor y empezó a contar desde el inicio de la fase III el 6 de julio.
Según el protocolo establecido por las consejerías de Políticas Sociales y Sanidad, los residentes deberán presentar una PCR negativa y no haber tenido síntomas de Covid en los últimos 14 días para el reingreso. Si hubieran tenido alguno, aunque presenten un resultado negativo, podrán volver a ocupar su plaza aunque permanecerán aislados hasta que pase del plazo de incubación.
En los meses de marzo, abril y mayo un total de 315 ancianos abandonaron las residencias públicas, concertadas y de gestión indirecta de la Comunidad de Madrid, según cifras proporcionadas por la propia Consejería. Aunque no hay datos de estas privadas, las salidas de ancianos de estas residencias podrían haber superado el centenar en el mismo trimestre.
Por el contrario, un total de 326 mayores ha ingresado en residencias públicas y concertadas de la región tras su reapertura a nuevas incorporaciones a finales de mayo, también según datos oficiales.
En la primera semana solo ingresaron 26 ancianos, pero poco a poco, avanzando la desescalada, estos números han aumentado, aunque todavía con miedos y muchas precauciones. Se trata de mayores que estaban en puestos prioritarios de la lista de espera de la Comunidad de Madrid. A fecha de 30 de junio 6.486 personas estaban a la espera de un plaza en un geriátrico público o concertado.