Los familiares, sobre "la sarna y las ratas" en las residencias canarias: "Esto pasa en toda España"
Jueves 9 de septiembre de 2021
ACTUALIZADO : Jueves 9 de septiembre de 2021 a las 9:06 H
9 minutos
Denuncian que estas deficiencias e irregularidades responden a la falta de inversión
Escándalo en las residencias de mayores de Canarias: ratas, sarna, chinches y falta de atención
Este martes, la Cadena SER daba a conocer un documento presentado por la Diputación del Común ante el Parlamento de Canarias en el que se denunciaba que, tras visitar 25 veces varias residencias de las islas –en 2019–, se habían detectado una serie de deficiencias recurrentes en el servicio dado a los mayores tales como falta de higiene o malas condiciones en las que se encontraban los edificios –consulta aquí el informe–.
"Humedades en las habitaciones; paredes descascarilladas; zonas comunes con evidentes deficiencias por desuso; elementos decorativos sin los correspondientes apliques para estar sujetos; brotes de escabiosis o sarna; chinches; comedores con restos de la anterior comida; material de rehabilitación o gimnasio con capa de herrumbre; colillas amontonadas en las puertas de salidas; espacios habilitados como peluquería con los residuos orgánicos acumulados por un largo periodo de tiempo; presencia de ratas, hormigas en diferentes partes de las instalaciones o cucarachas" son algunas de las deficiencias que se denunciaban en este informe que coordinó la adjunta de protección de los derechos de las personas mayores de la Diputación, María Milagros Fuentes.
Un trabajo, que quedó inconcluso por la llegada de la pandemia, pero que ahora ha salido a la luz.
"Resulta indescriptible la conmoción que produce encontrar esta falta de higiene y salubridad en los centros, sin ser detectada por las administraciones encargadas de inspeccionar y velar por el funcionamiento en los recursos para personas mayores, y, a su vez, sin ser desvelada por familiares u otras personas que accedan a las instalaciones. Apelamos, a la responsabilidad social de trabajar por un mínimo de bienestar de las personas mayores", recoge el informe.
Incluso, en declaraciones a La Cadena SER, la autora del estudio ha llegado a asegurar: "En un centro notamos que los residentes no hablaban, nadie hablaba. Al día siguiente, haciendo una toma de datos nos dimos cuenta de que los tenían a todos chutados, con medicación. Quietos, no hablan, no dicen nada, no molestan, ¡ya está!".
"Es tarde para cambiar lo ocurrido pero es hora de reflexión, de toma de decisiones y planificación del impacto en la salud y los servicios a largo plazo para las personas mayores; deben reconocer y enfrentar los desafíos particulares que enfrentan, incluida su capacidad para acceder a tratamientos, atención médica y social, el modelo asistencial de la residencia, en sí el modelo de sociedad", concluye el informe.
Las familias no pueden verificar si sigue sucediendo por las restricciones
Y estos hechos no han sorprendido a las familias, que sí que se podían hacer una idea de lo que ocurría en los centros, sostiene. Sin embargo, critican, con la llegada de la pandemia no han podido verificar si esta situación sigue ocurriendo a día de hoy o si se han corregido estas deficiencias.
"Nosotros con tanta profundidad no lo sabíamos pero sí que presumíamos que algo así estaba sucediendo. Ahora, sólo se nos permite entrar dos días a la semana y al aire libre, sin llegar a las habitaciones o al comedor. Pero aun así, veíamos la situación de anemia que tenían muchos de nuestros seres queridos. Y en base a esto, hemos pedido una reunión con el director insular de política social", explica Blas Padilla, promotor de la Marea Gran Canaria Residencias Dignas en el Barrio.
No sólo es Canarias
Pero no sólo son las residencias de Canarias. La precariedad, el trato deficiente, la falta de higiene, el pobre contenido nutricional de los menús o los brotes de enfermedades que no son el Covid son problemas que afectan a muchos centros sociosanitarios por toda España, según denuncian las principales asociaciones de familiares del país.
Y la principal causa, indican, es la falta de inversión. "Los problemas que se reflejan en el estudio canario se producen en el resto de comunidades. Nosotros llevamos tiempo exigiendo mayor inversión, mejoras en la alimentación, etc. Y hay falta de dotación por parte de las administraciones y las gestoras. Cuanto menos se pone más ganan las empresas", afirma la portavoz de la Coordinadora catalana de residencias 5+1 (@CooResidencias), María José Carcelén.
No llegan los fondos
Y tampoco ven que el dinero prometido en los Presupuestos Generales del Estado para mejorar la calidad de los servicios de atención en residencias esté llegando.
"Cambios, no vemos ninguno todavía. El Ministerio de Derechos Sociales y las Comunidades Autónomas están en proceso, pero hay un plazo para presentar aportaciones y una cronología de fechas", cuenta.
"Nosotros, lo que les pedimos es que ese dinero que iba a llegar de la Unión Europea sea para realizar mejoras reales. Les hemos aportado nuestro decálogo y allí se hablaba de todo lo que se comenta en el informe de Canarias. A pesar de todo, el año pasado se comentó mucho que el problema era la falta de personal, pero este año no vemos ningún tipo de cambio. Incluso hay menos trabajadores que antes de la pandemia", critica.
Coincide con Carcelén la representante de la Marea de Residencias (@MareaResidencia), Mariví Nieto, que reside en la Comunidad de Madrid. "Nosotros llevamos muchos años con distintos colectivos y con la Marea –en la que están representados trabajadores, familias y usuarios– reivindicando que, en muchas residencias del país, no hay inversión y hay cada vez más recortes, etc. Es impactante que se vean estas imágenes, pero es la realidad de lo que se vive en la mayoría de centros sociosanitarios del Estado", advierte.
"Hay un abandono institucional en estos centros. Por ello, creemos que debe haber una Ley Estatal que marque unos mínimos para que las infraestructuras estén acondicionadas a quienes están dentro y que haya una proporcionalidad de personal respecto al número de residentes y según su grado de dependencia", señala.
Y añade: "Queremos que las inversiones vayan a la atención directa al residente y no a las gestoras y en su beneficio, porque se adueñan del dinero público para sus arras. Tenemos que seguir vigilando e investigando que sea así. Y este tipo de noticias resaltan en las condiciones que viven estas personas y no se deben dejar de lado ni se merecen este trato institucional. Son los eternamente abandonados".
La patronal niega que sea generalizado
No obstante, no todos los actores del sector piensan que estos hechos denunciados sean algo generalizado en todo el país. "Afortunadamente este informe no refleja en absoluto la realidad del sector de atención a los mayores. Los centros residenciales que representamos en nuestra patronal son centros modernos, con profesionales bien formados, que tienen una organización interna donde las familias pueden participar de forma activa, y en los que la calidad es una seña de identidad", defiende Jesús Cubero, secretario general de la patronal de que engloba a las grandes empresas de la dependencia, AESTE (@AESTE_oficial).
"Abogamos por una mejora contínua del sector, y por una labor inspectora que compruebe el cumplimiento de los estándares de calidad que entre todos definimos. El cumplimiento de los indicadores de calidad, de las ratios de atención y de la buena conservación de las instalaciones es una de nuestras banderas. De hecho, el único centro asociado en AESTE de todos los inspeccionados se pone como ejemplo al ser el único centro con acreditación de CEOMA como libre de sujeciones, y que cuenta con los profesionales necesarios para preparar los fármacos. Son centros en los que se aplican de forma cotidiana los principios de respeto y autonomía personal, y en los que se colabora de forma muy estrecha con las Consejerías de Sanidad y de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias", concluye.