Fernando Ónega: "Mi última vocación es la revolución de los mayores"

Fernando Ónega, presidente de 65YMÁS, inauguraba este miércoles 19 de octubre en Valladolid un nuevo ciclo de Cronistas del siglo XXI, organizado por la Fundación Miguel Delibes, en el que el periodista ha recorrido 40 años de profesión. "Yo iba para cura, pero el periodismo se cruzó en mi camino". 

Con esta actividad, que la fundación utiliza para destacar "los valores del mejor periodismo" a través de profesionales con una reconocida trayectoria, Angélica Tanarro, coordinadora de la actividad, ha hablado con el periodista en un encuentro que tuvo lugar en el Círculo de Recreo de Valladolid. 

"Empecé a entrevistar a los artistas que pasaban por Lugo. Era maravilloso", expresaba Ónega sobre el inicio de su carrera profesional, que comenzó a los 13 años, cuando le hizo una entrevista al director de su seminario y se la publicaron en el periódico La noche de Santiago, que ya no existe. 

Después de eso fue director del periódico Ya, director de informativos en La Vanguardia, la Cadena SER y la Cadena COPE, colaborador en Onda Cero, donde fue director general en dos períodos distintos. También formó parte de la dirección del informativo Siete Días, colabora en La mañana de la 1, ha participado en los servicios informativos de Telecinco y fue el presentador de Antena 3 Noticias entre 1997 y 1999. Sin embargo, admitía que no le gustan los cargos de responsabilidad. "Soy un periodista tímido y reflexivo que se siente más cómodo escribiendo en su casa, de madrugada". 

Su labor también se desarrolló en el campo de la comunicación institucional. Fue director de prensa de la presidencia de Gobierno durante la etapa de Adolfo Suárez, lo que le permitió ser testigo de momentos clave de la Transición. Y como columnista y comentarista de la actualidad ha sabido ganarse el respeto tanto de la clase política como de sus compañeros de profesión. Es autor de las biografías de Adolfo Suárez y de Juan Carlos I, y del ensayo Qué nos ha pasado, España, publicado en 2017.

En este sentido, recordaba el 23-F, que vivió como jefe de informativos de la SER. "Sin quitarle mérito al Rey, el papel de la radio fue fundamental para el fracaso del golpe de Estado. En un país en el que se está contando lo que está pasando, bien informado, es muy posible que falle un intento de golpe de Estado". 

La revolución de los mayores

Proseguía resaltando la forma en que ha cambiado lo que antes era "una comunidad en torno al periódico". "Antes comprabas el periódico, y eso en sí mismo era una confesión, porque coincidías con él. Por el otro lado, el periódico sabía que contaba contigo como lector, por lo que no te podía defraudar. Esa comunidad se ha roto. Ahora entras en Internet, y lo que lees no es una confesión pública. Lees lo que quieres. Y el que hace el periódico en Internet no sabe quién lo está leyendo, aunque se está aproximando. También se ha perdido la labor de intermediación, básicamente se la ha quitado las redes sociales. Trump ha gobernado a base de tweets, y ese es el dominio de lo incierto, porque a quién representa Twitter". 

Como presidente de 65YMÁS, Ónega destacaba que actualmente hay varias incógnitas "gravísimas" en el mundo: el ascenso de la extrema derecha, el cambio climático y el equilibrio geopolítico. "Y yo añado una cuarta: la revolución de los mayores". 

"En Estados Unidos, el 85% del consumo es de mayores de 60 años. En España va camino de ser el 65%. Vamos hacia una sociedad donde dentro unos años, casi el 30% de las personas tendrán 65 años. Esa sociedad envejecida, que tiene muchos casos de lucidez, de experiencia, de sabiduría, la estamos despreciando, la estamos marginando. Tendemos a ver a la persona mayor como un dependiente, y yo creo que ahí he descubierto mi última vocación, la de ayudar en lo posible a resolver ese problema", concluía.