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Madrid está desde este pasado lunes un paso más de llegar a la "nueva normalidad". Y es que la capital de España ha pasado a las fase 2 de la desescalada. Las residencias de mayores han vuelto a abrir sus puertas tras tres meses de prohibición por la pandemia del coronavirus y los familiares, emocionados, han podido volver a ver a sus mayores. Eso sí bajo estrictas medidas de seguridad.
Según el plan de desescalada en residencias realizado por la Consejería de Políticas Sociales, puede haber visitas de familiares semanales o uno por residente (preferiblemente siempre el mismo) si bien el número de visitantes puede ampliarse a dos cuando uno de los visitantes requiera de la ayuda de una tercera persona, para aquellos residentes que estén asintomáticos los 14 días previos. Igualmente, se deben seguir las medidas de seguridad e higiene determinadas por las autoridades sanitarias.
Estas visitas se realizan mediante cita previa. El familiar que realice la visita tiene que cumplir con las instrucciones comunicadas por el centro. Para ello debe acudir provisto de los equipos de protección que le indique la residencia a la hora de concertar la cita.
Una imagen del reencuentro de familiares en las residencias de Madrid. Lucía besa a su abuela Helena de 86 años. Llevaban sin verse más de tres meses. Su próximo reto es salir a comer en una terraza las dos juntas. Foto @pablogsacristan #coronavirus #fase2madrid #residencias pic.twitter.com/XboTZCjlKt
— Pablo García (@pablogsacristan) June 8, 2020
Además, se realiza un cuestionario de idoneidad del visitante, telefónico o telemático, de carácter vinculante, como declaración de buena voluntad sobre el estado de vulnerabilidad del familiar, así como del compromiso de no presentar sintomatología de riesgo para COVID-19 o de encontrarse inmerso en estudio de contacto o de ser caso aún con restricciones de aislamiento. El geriátrico debe llevar un registro de las visitas.
Cada centro debe habilitar un espacio concreto y aislado del centro, preferiblemente al aire libre, que cuente con dispositivos de toma de temperatura a la entrada, desinfección e higienización, puesta de equipos de protección individual (EPIs) y mamparas para que las visitas que se puedan establecer se realicen con garantías. Este espacio debe contar con cubo de basura, si fuera posible con sistema de apertura con pedal, una caja de pañuelos desechables, gel hidroalcohólico, etcétera.
El espacio debe contar con los mínimos elementos imprescindibles y de fácil desinfección (sillas de material plástico, evitar elementos de tela, evitar cortinas...) para que, tras su uso por un residente y su familiar, y previo a un nuevo turno de visitas, se proceda a una desinfección rápida y segura.
Tanto el residente como el visitante deben portar en todo momento mascarilla quirúrgica y mantener la distancia de seguridad evitando el contacto físico. La duración de las visitas no puede exceder los 30 minutos y no se puede entregar material al residente. En caso de ser necesario, debe ser el personal del centro el que lo reciba y proceda a la desinfección de la superficie.
Otra medidas específicas
Otras medidas específicas para la fase 2 es la entrada restringida de personal sanitario no esencial a las residencias. Deben evitarse los viajes no médicamente necesarios fuera del edificio y fomentarse el uso de telemedicina. Para viajes médicamente necesarios fuera de la instalación el residente debe usar una mascarilla quirúrgica y la instalación debe compartir el estado covid-19 del residente con el servicio de transporte y la entidad con la que el residente tiene la cita.
También se realizará la evaluación de todas las personas que vuelven al centro y todo el personal al comienzo de cada turno con controles de temperatura, asegurar que todas las personas externas que ingresen al edificio tengan una mascarilla quirúrgica, preguntar específicamente sobre síntomas y posible exposición, observación de cualquier signo o síntoma. Todo el personal debe usar el epi apropiado cuando interactúa con los residentes.
Las residencias deben aprovisionarse de epis, mamparas para separación de espacios, oxígeno y medicamentos necesarios, termómetros para toma de temperatura a las personas que entren en el centro y productos desinfectantes. También han de mantener un contacto semanal de equipos sanitarios de Atención Primaria en los centros residenciales que se encuentren en su área sanitaria.
Asimismo, los profesionales del centro deben coordinar y comunicar el estado de salud de los residentes con el Geriatra de referencia, los sanitarios de Atención Primaria y el personal designado por la Consejería de Políticas Sociales. Este profesional tendrá que evaluar el impacto en la salud de las medidas tomadas.
Entre otras medidas, ha de ponerse en marcha un plan de desinfección integral semanal de los centros, un seguimiento y control de la plantilla del centro y monitorización de absentismo por enfermedad y una bolsa de empleo de personal sanitario como recurso preventivo ante un posible brote.
Reactivación de la fisioterapia y de los comedores
En la fase 2 en los geriátricos se reactivarán las actividades fisioterapéuticas y ocupacionales para los residentes que más lo necesiten por deterioro físico o cognitivo y según prescripción médica. Estas actividades se podrán comenzar a prestar en gimnasio y espacios designados a tal efecto en los centros residenciales y siempre cumpliendo con las medidas de seguridad e higiene, procurando una desinfección de los utensilios y de los espacios en cada sesión, limitando al aforo a las recomendaciones realizadas por Salud Publica.
También se recuperarán el uso de los comedores colectivos para cumplir con la distancia de seguridad, separando a los residentes autónomos en turnos y situándose a, como mínimo, 2 metros de distancia. Para ello es muy útil eliminar sillas de dichos comedores. Se tendrá que garantizar la correcta desinfección de utensilios, carros de comida, mobiliario y espacios después de cada comida. Este uso de los comedores debe estar limitado a residentes negativos o asintomáticos de Covid.
Por último, se restablecerán las actividades conjuntas dentro de los centros residenciales, preferiblemente en espacios al aire libre y por turnos que serán determinados por prescripción médica. Los espacios y objetos que se utilicen en cada turno tendrán que ser desinfectados antes del comienzo del siguiente.
Marta Fernández, fotógrafa de Europa Press, ha hecho un reportaje fotográfico del primer día de visitas de familiares en el Centro Casaverde de Navalcarnero (Madrid):
Un anciano residente charla con una familiar
Un anciana residente recibe a un familiar
Un anciana residente se despide de su familiar
Una gerocultura ayuda en el traslado a un residente
Un residente charla con su familiar
Toma de temperatura a los familiares que llegan a la residencia
Una residente se comunica con una familiar por una ventana
La familiar de un residente del Centro Casaverde Navalcarnero se emociona en la despedida
En la zona destinada a visitas, Centro Casaverde dispone de unas mesas con la distancia de seguridad establecida y allí el familiar puede realizar la reunión con el residente durante un periodo máximo de 30 minutos
Una familiar le enseña a una residente fotos en su móvil durante
Una residente observa las fotos del móvil de su familiar
Un familiar se despide de una residente